Los 170 años del VR

Ciento setenta años cumplirá mañana nuestro querido Colegio Nacional Vicente Rocafuerte, donde pasamos varios de los mejores años de nuestra vida y donde nacieron nuestras primeras inquietudes deportivas en mañanas de ‘pavas’ remeras y tardes de piscina y de frontón.

Los fulgores del VR decrecieron. La novelería burocrática derruyó lo más preciado y para justificar el “cambio” le quitaron el nombre que tuvo por más de un siglo. De colegio nacional pasó a ser instituto “experimental”, “tecnológico” y otros inventos. Finalmente, se tornó en mixto y ahora se preparan para “revisar” la letra del himno. Suponemos que también la música que, a no dudarlo, se cantará a ritmo de reggaetón.

El Vicente, como lo seguimos llamando, fue faro de cultura que albergó a miles de jóvenes, entre ellos varios presidentes de la República, escritores, pintores, escultores y artistas en general. Era un símbolo del espíritu cívico guayaquileño al que desde las alturas del poder, los enemigos de la ciudad y sus cómplices locales, han ido destruyendo. También fue el crisol donde se forjaron los mejores deportistas de Guayaquil.

Para Virgilio Drouet, en su libro Misceláneas Sociales, la cuna del deporte guayaquileño y ecuatoriano fue el Colegio San Vicente, que se transformó luego en el Vicente Rocafuerte. En 1873 los vicentinos Carlos Aguirre, Ramón Gallegos Naranjo y Tomás Gagliardo fundaron el primer club deportivo del país: el ‘Club de Gimnasia’. En sus aulas nació el Club Sport Vicente Rocafuerte y destacaron Manuel Rivas, Manuel Amador, León Ordóñez, Juan Lecaro, Manuel Ala Vedra y Tama, Edmundo Ycaza, Carlos Morales y Alberto y Abel Gilbert.

La década del 20 marcó el primer gran momento en el deporte vicentino, con sus nadadores Luis Alcívar Elizalde, Jojó Barreiro, Rafael Mármol, Alberto Stagg, Fidel Miranda y Tomás Alarcón.

La del 30 fue de esplendor. En básquet Pepe Capobianco, Caballito Zevallos y Juvenal Sáenz descollaban en Bogotá y Lima representando al Ecuador, y cuatro gloriosos nadadores, quienes habían ostentado la enseña del VR en sus uniformes, hacían historia en Lima al ganar el Sudamericano en la hazaña de ‘Los Cuatro Mosqueteros del Guayas’, en 1938.

En la década del 40 tres atletas vicentinos eran los mejores del país: Gustavo Maridueña, Carlos Barrezueta y Alfonso Ramos Márquez de la Plata. Un cuadro de fútbol campeón marcó un hito en esa época, integrado por Cornejo; Arroyo y Velasco; Cevallos, Juan Phillips y Gómez; Calle, Rodríguez, Larrosa, Ubilla y Yanuzzelli. También era imbatible su equipo de básquet, que acabó con el invicto del Colegio Militar de Quito, el 12 de diciembre de 1941. Jugaban Augusto Barreiro, Raúl Guerrero, Pablo Castillo y Miguel Cuchivive Castillo y otros.

Los años más luminosos del deporte vicentino fueron los que arrancaron en 1950 hasta mediados de la década del 60. En fútbol, en 1950, fue campeón intercolegial alineando con Jorge Delgado; Julio Rubira, Fabián Bastidas; Raúl Sánchez, Washington Villacreces, Vicente Pereira; Manuel Vargas, Carol Farah y Luis Merino. Igual en 1954, con Santiago Elejalde, Pedro Asán, Alfredo Morán, Heriberto Alvia y Otón Chávez como figuras.

Pero la más grande alineación fue la de 1959, con un cuadro de estrellas: Pancho Barreiro, Daniel Vaca, Teodoro Ruiz, Walter Arellano, Jorge Pibe Bolaños, Efrén Cobos, Félix Pelusa Guerrero, Luis Sernaqué, Tomás Jordán, Juan Moscol, Wilson León y Salomón Ramos.

En esa era fue base de las selecciones nacionales de básquet con William Phillips, Pablo y Mario Cabanilla, Pepe Carbo, Augusto Betancourt, Carlos Valle, Julio Castillo, Freddy Freire, Lucho Navarro y Ronald Salazar. En 1953 Elmo Cura Suárez llevó la gimnasia olímpica al colegio y allí brillaron Max Blum, Jaime Peña, Enrique Alemán, Abel y Pedro Rendón, Alfredo Mancilla, Jorge Portalanza y Manuel Sáenz de Viteri.

La Tricolor en los Grancolombianos de Natación de 1958 y 1959 estaba integrada por vicentinos: Pepe Ferretti, Jorge Jiménez, Esteban Sachs, Eduardo Borja, Agustín Fuentes, Oswaldo Méndez, Víctor Aguirre, Gonzalo Peralta, Andrés Vasconcellos, Modesto Mackliff y César Barrezueta.

Luego, el colegio fue cuna de los brillantes nadadores Jorge Delgado y Luis Bajaña; del destacado atleta Dufer Alman, y de futbolistas que hicieron historia, como Jesús Cárdenas, Rául Avilés, Frank Granja y otros.

Las estrellas que ganaron títulos panamericanos, sudamericanos, bolivarianos, pueden contarse por centenares, pero ya no hay espacio para citarlos. Solo para soñar con que algún día el VR vuelva a ser lo que fue, tal vez cuando la ciudad recobre su protagonismo en la vida nacional y sus símbolos, como nuestro colegio, puedan ser recuperados para siempre.