Mañana es Navidad, se acerca el Año Nuevo y los espíritus se ponen alegres, contentos, nostálgicos y humanamente comprensibles. Se recuerda el nacimiento del Niño Dios, de Jesús, que vino a la tierra a redimir nuestros pecados y a traernos el mensaje del amor. Nació en un humilde pesebre y pienso que en el presente se han trastocado los mensajes del Redentor. Actualmente es más importante comprar que amar.