QUITO
.- Especial de la Final 2011

Fernando Mantilla, presidente del Deportivo Quito, explotó de júbilo en la cancha del estadio Atahualpa y junto a su plantilla celebró el quinto título azulgrana, conseguido el sábado pasado al vencer 1-0 a Emelec.

El directivo dedicó la coronación chulla "a todos aquellos que nos hicieron difíciles las cosas, porque con todo eso nos fortalecieron".

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Mantilla recordó la negativa de la dirigencia azul de entregar boletos para que los hinchas del Quito acudan a la final de ida en el Capwell, acto que calificó como "triquiñuela", que enfatizó, no truncaron el camino de su escuadra al título.

"Ganamos en Guayaquil y ganamos en Quito. Nos trataron mal allá y no nos dieron entradas, pero todas esas triquiñuelas se pagan. Eso ya no sirve ahora, ganamos en la cancha", comentó.

"No me arrepiento de haber autorizado que se entreguen los boletos a la gente de Emelec, esta es una noble institución y actuamos bien. Me pareció correcto que ellos vengan y tengan su oportunidad, pero sobre todo, que vean dar la vuelta olímpica al Deportivo Quito", indicó.

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Mantilla elogió la obtención del campeonato y lo dedicó a su hinchada, pero no dejó de reconocer el trabajo de su grupo de trabajo. "Satisfacciones y títulos como estos justifican todo lo que hacemos como dirigentes, porque estas cosas no tienen ningún precio. Fue un año complicado, pero nunca perdimos la fe y sabíamos que podíamos llegar lejos", dijo.

También destacó el desempeño de jugadores y del cuerpo técnico que encabeza el argentino Carlos Ischia, de quien recordó su ofrecimiento de trabajo. "Cuando llegó Carlos (en mayo anterior) lo único que ofreció fue trabajo. Nos dijo 'si me dejan laborar yo voy a ser campeón', y me alegro que haya sido así", señaló.

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Para Mantilla, con la hegemonía impuesta por el Quito en las últimas cuatro temporadas, en las que ha ganado tres títulos (2008, 2009 y 2011), su club recuperó la dignidad. "Ya nos sacamos la mochila de no conseguir títulos (hubo sequía de 40 años). Era una carga muy pesada, pero ya nadie nos puede ver por debajo del hombro, el Quito recuperó su dignidad, su calidad de ser un equipo grande y que representa a esta ciudad. Lo logramos con trabajo", concluyó el presidente azulgrana.