Hugo Medina,
Guayaquil.- Familias enteras viajarán a los balnearios de la Costa y la Sierra a pasar las celebraciones de Fin de año, y como siempre los delincuentes tendrán más víctimas a su alcance para robar, porque la gente lleva dinero para divertirse.
Hago un llamado a la Policía, a la Comisión de Tránsito, a los miembros del Ejército, con la buena finalidad de brindarnos seguridad en todas las playas y en las carreteras, en las ciudades del país y en sus calles.
La delincuencia no tiene Navidad ni año viejo ni nuevo, porque siempre mantiene su ritmo de salir para cometer asaltos a toda hora y lugar a diario, cualquier fecha es lo mismo para ellos porque lo único que hacen es asaltar, robar. No tienen escrúpulos, es osada, cruel.
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Los viles rateros hacen sus "trabajos" siempre, no respetan ni el día en que celebramos el nacimiento de Jesús, a ellos les importa sencillamente hacer daño y llenarse sus bolsillos del dinero y las cosas ajenas.
La ciudad de Guayaquil ha crecido mucho y ya no hay sitio donde no aparezca la lacra de delincuentes sean hombres, mujeres, niños, jóvenes, viejos; hasta se hacen los que son familiares de enfermos para entrar a robar a dispensarios de salud. Son gente descarada porque nadie les pone ley, por eso salen campantes a robar, especialmente en esta época donde hay actividad comercial, ventas, fiestas, reuniones; donde las personas toman taxis (hay casos de asaltos por parte de maleantes que se hacen pasar como taxistas).
Necesitamos a militares y policías cuidando las calles.
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Y también como por los excesos hay accidentes, la gente toma alcohol, hay riñas callejeras, hay quemados con torpedos y camaretas; los hospitales se ven atestados en sus salas de emergencias, y los médicos no se abastecen, prácticamente están solos en los sitios de salud con tantos pacientes.
Ruego a la policía custodiar los hospitales para evitar que delincuentes ingresen a robar en esos lugares en Navidad, el 31 de diciembre y el 1 de enero; aunque debería de haber protección perenne en los centros de salud para evitar la presencia de antisociales.
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Tengo un ahijado que trabaja en un hospital y le tocará estar este Fin de año trabajando con el temor a ser asaltado, porque los hampones también se meten a las casas de salud a cometer pillerías.
Y vendrá el año 2012 y la cosa seguirá igual o mejor dicho peor, porque hemos visto en todo el 2011 que los robos han aumentado, no porque lo dicen los periódicos y radios, sino porque lo vemos en nuestros barrios, en nuestras familias, en nuestros círculos; todos hemos sufrido asaltos, varias veces.
Después, por ahí prendemos la televisión y oímos que unos dicen al pueblo que no pasa nada y es pura "percepción", ¿o sea que estamos solo "soñando" que nos chinean (roban)? También oímos que nos aconsejan como solución al problema de la delincuencia que nos dejemos robar. ¡Increíble!
Los ecuatorianos decimos ¡hasta cuándo!, pero ahí quedamos en lamentos, ¿Cambiará, mejor dicho, mejorará la situación próximamente? ¿Se darán por fin los cambios esperados para tener una patria ya de todos segura?
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Tengo familiares en el extranjero, pero les da terror venir y pasar por lo que les ha sucedido a esos compatriotas que vienen cargados de regalos y ni bien ponen el pie en nuestra tierra, son secuestrados con maleta y todo; si es que no los matan y los dejan ahí tirados, como ya ha pasado.
No quiero ser tan pesimista, y para finalizar hago votos para el 2012 en cuanto a la seguridad y a la tranquilidad de los ecuatorianos: deseo de corazón con intensidad que Dios nos escuche las súplicas de tener días de mejor suerte, para que esta patria hermosa no pierda su belleza y su imagen que hace años tuvo de isla de paz y trabajo.
Si nadie nos escucha, desde lo alto tendremos ayuda, desde el cielo, con nuestra oraciones al Creador continuaremos pidiendo con mucha fe y esperanza la salvación de esta patria llamada Ecuador.
Felicidades a las familias del país. Feliz Navidad y venturoso Año nuevo.
Hugo Medina,
Guayaquil