El tema es controversial, muy doloroso, poco común. Lo que ocurrió es una ironía de la vida. La jovencita Iskra Ochoa Rodríguez decidió entrar a la práctica formal de los deportes para buscar salud y encontró la muerte.

Motivada por la brillante historia deportiva de su madre, Irma Rodríguez, quiso emularla y superarla. Creyó, junto con sus padres, que el deporte mejoraría su calidad de vida. Que se alejaría del ocio, del sedentarismo, eliminaría grasa, prevendría enfermedades.

Fue escogida para la selección de Guayas para los Juegos Nacionales de menores y viajó a Guaranda llena de ilusiones. Buscaba una medalla convencida de que el deporte propiciaría su crecimiento, mejoraría su desarrollo muscular y aumentaría sus reflejos y coordinación. Favorecería el autocontrol y la autoestima. Aprendería a aceptar y superar la derrota.

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La práctica del deporte alejaría a Iskra de malos pensamientos y de acciones y de muchas horas sentada viendo la TV.

Mientras descansaba, la sorprendió la muerte sin que nadie pudiera hacer nada. Se hacen investigaciones, se establecerán responsabilidades, pero nada le devolverá la vida a la joven ni la alegría de sus padres.

Las autoridades del deporte tendrán que implantar normas de control más exigentes para la organización de los Juegos Nacionales de menores.

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Tratándose de jóvenes y niños debería haber personal especializado para revisar el escogimiento de los deportistas, su preparación, el cuidado médico preventivo, su traslado, el hospedaje, normas elementales de higiene, ventilación. También lo que se ha hecho durante muchos años: en toda delegación de niñas y señoritas debe obligatoriamente estar una dama de compañía, que permanezca con ellas durante todos los Juegos, atendiendo todos los requerimientos femeninos.

Imaginemos a la medianoche a una deportista tocando la puerta del delegado o entrenador para pedir un calmante menstrual. En el caso puntual de las basquetbolistas, con ellas debió estar una persona mayor que debió notar el malestar de Iskra y atender la urgencia.

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La alimentación de los deportistas en todo tipo de torneos debe ser prioritaria, tanto para los delegados de cada provincia, en este caso de los Juegos Nacionales, y especialmente por los representantes del Ministerio rector. Los médicos entregan la dieta diaria a la administración del hotel y revisan su preparación y la calidad de los ingredientes de acuerdo con su deporte, especialidad y esfuerzo. La alimentación de un pesista es diferente, en cantidad y calidad, a la de una gimnasta, solo por mencionar un caso.

Lo irónico es que hay otras jóvenes que transitan por los caminos de la vida sin visión futura y pierden infamemente el tiempo sin hacer nada útil ni beneficioso. Dedican horas tras horas a no hacer nada y dejan que la mente tenga, lentamente y con facilidad, malos pensamientos. Caen en grupos que se alejan de la familia para dedicarse a otras tareas en medio de un ambiente sexista, alejado del buen vivir.

Iskra quiso conocer lo bello y magnífico de la vida, que a veces es juguetona y otras sabia y maestra para encaminarnos por la acción noble del culto y la alegría del deporte, y encontró en el camino la muerte.

La vida nos enseña muchas cosas, algunas de ellas hasta de manera dolorosa, repentina e incomprensible. La vida nos quita y nos da, sin muchas explicaciones lógicas. Hemos perdido a una joven deportista, pero quizás recuperemos otros motivos para encontrar la alegría de la vida.

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