El pasado miércoles Deportivo Quito conquistó el derecho de disputar el título de esta temporada al asegurarse quedar primero en la segunda etapa, cuando faltan tres fechas.

Los azulgranas llegaron a 44 puntos en 19 partidos y pueden sumar más, lo que lo llevaría a superar a Emelec, líder de la primera etapa, comparativamente hablando. Los eléctricos completaron 44 en la última fecha de aquella fase, después de 22 encuentros. Entonces, los chullas tienen mejores números que los eléctricos.

De todas maneras, finales son finales y lo más seguro, casi sin equivocarnos, es que Emelec tendrá que ser local inicialmente y el segundo partido definitivo terminará en la capital.

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Dice un destacado amigo emelecista que las cábalas pueden jugar a favor de los azules porque la última vez que Deportivo Quito y Emelec se enfrentaron por el título, en 1988, coincide en dos aspectos con la definición que se avecina.

Primero: en 1988 Emelec tenía 9 años sin ser campeón; y segundo, la final de vuelta se jugó en el estadio Atahualpa; ahí los millonarios se coronaron.

Ahora Emelec también tiene nueve años sin ser campeón y también, como hace 23 temporadas, jugará el duelo definitorio en la capital con el mismo Deportivo Quito. El amigo asegura que al repetirse estos aspectos Emelec volverá a ser campeón ecuatoriano.

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Es verdad todo lo anterior, pero hay una diferencia grande en rendimiento a favor de los quiteños, lo que los hace ligeramente favoritos.

Emelec no tiene buena definición. Llegan sus delanteros a posiciones de anotar, pero desperdician situaciones de gol en forma alarmante. Los jugadores azules cuando atacan, lo hacen totalmente inseguros. En los pases y en los remates da la impresión de que llegan exageradamente cansados. Ello, por ejemplo, sucedió en el último partido empatado con El Nacional (1-1). La declinación eléctrica es evidente. Le ha ganado a los menos fuertes y a los fuertes no les hace ni cosquillas. Le queda recibir a Liga de Quito, que es un equipo grande, en un juego sin importancia.

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Nuestra preocupación se dirige hacia Barcelona. Los toreros son segundos, con 34 puntos sobre los albos, que tienen 33. Los azucenas tienen casi asegurado el tercer lugar de la tabla acumulada y jugarían con toreros o militares (según quien sume más unidades en la general) por competir en la repesca de la Copa Libertadores 2012 con Paraguay 3. Pero si Liga (Q) repite como segundo en esta fase jugará la repesca sin necesidad de pelear por esa opción con otro club ecuatoriano.

Como sea, la fecha jugada el miércoles ratificó al Quito como un equipo seguro de lo que hace; a un Barcelona, que ratificó en Riobamba lo que le hizo al Emelec, pero tirándose los cabellos por haber perdido 9 puntos seguidos cuando le pisaba los talones a los chullas.

Si comparamos a Barcelona en esta fecha 19, con 34 puntos con la de la primera, hay una diferencia de 11 puntos. Conclusión: se ha superado nítidamente. Los toreros le deben mucho al joven técnico argentino Luis Zubeldía. No lo pierdan.

Liga está en la onda, pero desgraciadamente tiene que dividir su equipo y eso le ocasionó un malestar contra Independiente. Es un tremendo equipo, pero está metido de cabeza en la Copa Sudamericana, donde le falta un resultado favorable en Buenos Aires, con Vélez Sarfield, para ir a la final.

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