Los apretones de mano que ayer repartió Juan Ramón Carrasco, entrenador de Emelec, no eran para despedirse de la plantilla eléctrica tras el empate a 1 con El Nacional, la noche del miércoles en el estadio George Capwell. Fueron para agradecer el respaldo público de sus jugadores, que se acercaron a abrazarlo para festejar el gol de Enner Valencia que les dio una ventaja transitoria.