Se sigue viviendo la euforia de la victoria 2-0 ante Perú, después de escapar a un rígido plan defensivo rojiblanco en el primer tiempo y gracias a dos contragolpes estupendamente ejecutados por Édison Méndez, Christian Benítez y Jaime Ayoví.

A pesar de que Sergio Markarián conoce los problemas de la altura, su equipo lo manejó y aguantó solo en los 45 minutos iniciales, pero en una ‘crónica de una muerte anunciada’ en la segunda etapa, el defensor que intentó detener a Benítez perdió largamente la carrera, y en el segundo tanto, el que pretendió marcar a Ayoví se descolocó mansamente y permitió el centro que definió el encuentro.

A estas alturas Ecuador está expectante en el cuarto puesto (con 6 puntos y más tres de gol diferencia), un punto por debajo de Uruguay, Argentina y Venezuela (7 cada uno).

Publicidad

Y de aquí a esperar hasta junio del 2012 para tratar de seguir adelante y arriba. Son 7 meses que le permitirán conseguir nuevos jugadores para mejorar al equipo y hacerlo más competitivo.

No estamos mal, pero se debe mejorar en defensa y adelante, en definición. Y también en el conjunto, en el entramado del equipo, en la disciplina táctica, para no tener que esperar a que el rival se queme y se ahogue con la altura. Bien por Ecuador, bien por nosotros que nos llevamos merecidamente con estos triunfos la posibilidad de estar en Brasil 2014.

Ahora al Clásico del Astillero, al partido que divide a Guayaquil y mayoritariamente al país en dos. Barcelona y Emelec, los más populares, históricamente, igualados en partidos ganados y perdidos. Único clásico del mundo que se muestra con esa paridad: 58 victorias cada uno y 76 empates en 192 duelos.

Publicidad

Sobre este apasionante juego se han escrito y hablado las más distintas historias. Las pugnas de la Sur Oscura con la Boca del Pozo y sus aguerridos y punzantes gritos. Las bromas entre amigos y familiares se pueden escribir relatos formidables que llamarían la atención de los lectores. Y han existido, desgraciadamente, situaciones detestables y hasta trágicas. No obstante, el clásico sigue su marcha con paso marcial en los estadios. Jugar estos clásicos implica desafíos y honores.

¿Cómo llegan? Barcelona con 28 puntos, 22 goles a favor, 17 en contra, y ocupa el cuarto puesto. Emelec con 30 puntos, 29 goles a favor, 15 en contra, y es tercero. Es decir con el mismo número de partidos Emelec tiene a favor siete goles más y en contra dos goles menos. Pero las estadísticas no sirven, jamás han servido, así uno le lleve al otro mucha diferencia, nada que ver. Puede ganar el que esté muy alto o muy bajo. Así son estos enfrentamientos.

Publicidad

Los toreros venían ascendiendo hasta que se ubicó en el segundo puesto, a la caza del líder Deportivo Quito, para luego caer de un solo golpe en tres juegos consecutivos y bajar al cuarto casillero. Lo dicen sus dirigentes y el técnico: necesitan mejores futbolistas, tantos que el chismorreo ya funciona; que se van, que se quedan... en fin, la lengua no para.

Por otra parte, la gente que lo acompañó masivamente al estadio Monumental fue bajando. Claro, pero un clásico es otra cosa y habrá buena asistencia.

Por otro lado, a Emelec, que últimamente viene mejorando, el descanso por la eliminatoria le vino bien para entenderse mejor en su juego, como benefició antes a los toreros.

En fin, ¿quién ganará? Es la apuesta menos segura del único, por ahora, clásico ecuatoriano y el más parejo del mundo. ¿Quién lo desequilibra?

Publicidad