Con el pesaje y la revisión médica de la plantilla, el Deportivo Cuenca inició ayer el entrenamiento programado por el preparador físico Pablo Bravo.

Una charla cercana a los siete minutos en el centro del campo fue el preámbulo a la práctica matinal que consistió en un circuito mixto y un “picadito” entre tres equipos.

El sol obligó a una constante hidratación del grupo que trabajó con optimismo para el juego de este sábado ante Olmedo en el estadio Alejandro Serrano Aguilar, a las 16:00.

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El volante Miguel Bravo comentó que en estas dos semanas se ha trabajado en diversos aspectos, para llegar en óptimas condiciones al cotejo ante los riobambeños. “Se ha profundizado detalles relacionados a la táctica, pelota parada y físico, porque luego se nos vienen partidos que impedirán hacer este tipo de movimientos”, dijo Bravo, quien ya tuvo el primer acercamiento con el presidente del club, Julio León, para arreglar su continuidad en el club.

De su parte, el médico Vicente Brito informó que esta paralización del campeonato ha servido para recuperar algunos elementos que estaban golpeados y, por el momento, el plantel está en óptimas condiciones. “Los 24 jugadores que regularmente entrenan están en perfectas condiciones”, aseguró el profesional de la medicina.