AFP
Londres, Inglaterra.-
La imagen de Iker Casillas estará ligada durante toda su vida a una noche de julio de 2010, cuando levantó hacia el cielo de Johannesburgo un trofeo que suponía el primer título mundial para España, con quien ahora alcanza el récord de 126 partidos como internacional.

Casillas igualó el sábado en un amistoso ante Inglaterra en Wembley (derrota 1-0) la marca de otro portero, Andoni Zubizarreta, ex del Athletic y del Barcelona del 'Dream Team' de Johan Cruyff, pero que nunca pudo celebrar tantos éxitos como los que ha ido viviendo en los últimos años el actual portero del Real Madrid.

En este encuentro internacional disputado en el mítico estadio londinense, Casillas cedió su puesto a Pepe Reina en el minuto 46, dejando a esa altura la valla todavía imbatida.

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Cuando era un niño, Casillas veía por televisión los partidos de España, con 'Zubi' bajo el arco, pero entonces la Roja se estrellaba inexorablemente en su 'maldición' de los cuartos, o incluso antes, y el pesimismo estaba instalado entre los hinchas, más esperanzados con los éxitos de los clubes de la Liga.

Pero la generación de Casillas y Xavi Hernández, la que 'avisó' en 1999 con el título mundial sub-20 en Nigeria, ha guiado al equipo al título en la Eurocopa-2008 y el Mundial-2010, con un estilo propio que el fallecido comentarista de televisión Andrés Montes bautizó como "tiqui-taca".

"Miras atrás y ves mucho camino recorrido. Me quedo con los últimos años, que es lo más bonito que ha vivido la selección, han sido los mejores momentos, sin olvidar los momentos malos", dijo el portero el viernes.

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Casillas es un emblema de esa 'Edad de Oro' del fútbol español, donde su popularidad supera incluso la eterna rivalidad Real Madrid-Barcelona, para suscitar simpatías en sectores muy amplios.

Su carácter afable, su elegancia en la victoria o la derrota y sobre todo la naturalidad ante las cámaras son puntos a favor de un jugador que es presentado a menudo por la prensa como el "yerno ideal".

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  En la noche en que España se coronó campeona del mundo, otra imagen suya dio la vuelta al mundo, cuando fue entrevistado por su novia, la periodista Sara Carbonero, y se emocionó en una respuesta, besando a la entrevistadora en los labios ante la imposibilidad de continuar hablando.

  Desde entonces ha sido uno de los personajes más seguidos por la prensa española, pero él nunca ha perdido la compostura e incluso ha intentado mantener su relación con Sara sin ocultarse, publicando a menudo fotos y comentarios a través de las redes sociales de Internet.

La prensa española también celebró su carácter conciliador, cuando se publicó que había telefoneado al azulgrana Xavi Hernández para intentar rebajar la tensión Real Madrid-Barça tras un duelo de la Supercopa de España en agosto.

  En el vestuario del Real Madrid, es presentado a menudo por su sencillez y estilo clásico como un contrapunto a otras estrellas, especialmente el portugués Cristiano Ronaldo, que se ajusta más al prototipo de gran estrella mediática.

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Casillas jugó su primer partido internacional el 9 de marzo de 1996, con la selección española Sub-15, precisamente en Londres, pero fue el 3 de junio de 2000 cuando debutó con la absoluta en un amistoso Suecia-España en Gotemburgo, que terminó con (1-1).

Desde entonces, el joven arquero, nacido en una familia de la periferia de Madrid, ha acumulado éxitos con el equipo blanco, su club de siempre, donde ha conquistado principalmente dos Ligas de Campeones, como preámbulo de todas las cosas bonitas que iba a vivir con la Roja.

El viernes fue homenajeado con un vídeo de su debut en Gotemburgo y terminó llorando, emocionando al verse hace once años y al hacer balance de todo lo vivido desde entonces. Una vida para la historia del deporte español.