AP
ASUNCIÓN.- A Ecuador le faltó más inteligencia para no caer en el juego de Paraguay, que con goles de Cristian Riveros y Darío Verón se impuso 2-1 en la tercera fecha de las eliminatorias de la Copa del Mundo 2014.

Los mejores momentos de la Tricolor ocurrieron en el primer tiempo cuando funcionó la conexión entre Félix Borja y Christian Noboa.

Ambos se encargaron de generar las jugadas de peligro en territorio paraguayo. Justamente, Borja pudo haber anotado a los 35 minutos cuando estuvo cara a cara con el portero Diego Barreto, pero el arquero manoteó la pelota hacia el tiro de esquina.

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Dos minutos después, el mismo Borja quedó nuevamente mano a mano con Barreto y otra vez el portero envió por línea de fondo el balón.

Paraguay trató de hacer valer la localía, primero tocando la pelota a ras del piso y, a ratos, atacando en forma punzante a través de la dupla Nelson Haedo y Lucas Barrios.

Pero Ecuador se paró mejor por el sector derecho, donde Antonio Valencia se impuso a las espaldas de Marcelo Estigarribia y Richard Ortiz.

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La albirroja se adueñó de la pelota desde los 15m y presionó al visitante por un buen pasaje de la primera etapa. Sin embargo, Ecuador fabricó una buena oportunidad a los 22 minutos luego de una habilitación de Valencia para Borja. El punta se acomodó y fusiló a Diego Barreto, quien reaccionó bien y desvió el trayecto del disparo.

La selección paraguaya fue ganando terreno nuevamente cerca de los 30m y volvió a tener al lateral izquierdo Ortiz como un hombre peligroso.

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Dos minutos después de la reanudación del encuentro en el segundo tiempo se produjo el gol del volante Cristian Riveros, quien embocó con el pie un centro venenoso de su compañero Víctor Ayala desde la izquierda, a los 47m.

Desmoralizado, Ecuador soportó un segundo gol, que se produjo a los 57m por intermedio del defensa guaraní Darío Verón, de cabeza, tras un tiro de esquina de Ayala por derecha.

A los 90m+2 se produjo la conquista del honor para los andinos por intermedio de Joao Rojas, cuando la defensa paraguaya se había relajado esperando el pitazo final del árbitro colombiano José Buitrago.

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