EFE
BUENOS AIRES.- Ahuyentar con una victoria los dos recientes malos recuerdos que trae "la Verde" a su memoria es la meta que se plantea Argentina al recibir hoy en Buenos Aires a Bolivia en la tercera jornada de las eliminatorias para el Mundial 2014.

Si bien el historial le es ampliamente favorable, la sola mención de la selección boliviana remite a la albiceleste a dos partidos que los dirigidos por Gustavo Quinteros darían lo que no tienen para repetir mañana en Buenos Aires.

El primero se disputó el 1 de abril del 2009, cuando en La Paz el equipo boliviano asestó una escandalosa goleada por 6-1 al argentino que por entonces dirigía Diego Maradona.

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Y el segundo, más cerca en el tiempo, data del pasado 1 de julio, cuando Bolivia a punto estuvo de sorprender a Argentina en el debut de ambos en la Copa América, que finalmente acabó con un empate a uno.

El adiestrador argentino-boliviano Quinteros seguramente apostará a un esquema conservador para enfrentar a la selección de Alejandro Sabella, tal como hizo en julio en ciudad de La Plata mostrando un temperamento que sorprendió a los dirigidos en aquella oportunidad por Sergio Batista.

"Es un peligro si arriesgas para atacar a Argentina", remarcó el entrenador, quien dijo que jugará con "la desesperación" del conjunto local "si pasan los minutos y no logra marcar".

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"Si les das espacios a (Sergio) Agüero, (Lionel) Messi y (Gonzalo) Higuaín seguro que vas a correr mucho más riesgo que si tienes un equipo más corto, que no se meta atrás pero que cierre los espacios", consideró.

A la antítesis del planteamiento de Quinteros jugará sus fichas Sabella, que debutó oficialmente en el banquillo de la selección argentina con una goleada por 4-1 ante Chile pero cuatro días más tarde defraudó con Venezuela al caer 1-0.

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Sabella no podrá contar con uno de sus titulares inamovibles, Ángel Di María, quien sufrió un problema muscular, ni tampoco con Ever Banega, que a comienzos de mes sufrió un esguince de rodilla con cuatro y seis semanas de recuperación.