AP
SANTIAGO.- El escándalo que afecta a la selección chilena de fútbol sumó otro capítulo este jueves, cuando los cinco jugadores marginados por Claudio Borghi por supuestos actos de indisciplina desmintieron al técnico y lo acusaron de "haberse apartado de criterios profesionales".

Jorge Valdivia, uno de los cinco futbolistas separados del plantel que disputará los dos próximos partidos por las eliminatorias mundialistas, reconoció que bebieron alcohol en el bautizo de su hijo antes de llegar tarde a la concentración de la "Roja", el pasado martes por la noche.

"No estamos diciendo que no bebimos en el bautizo de mi hijo, pero no llegamos en un estado inadecuado e indefendible", afirmó el enlace del Palmeiras de Brasil en una rueda de prensa en la sede del Sindicato de Futbolistas Profesionales.

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Valdivia estuvo acompañado por Jean Beausejour, Carlos Carmona y Gonzalo Jara. El quinto marginado, Arturo Vidal, se ausentó porque su club Juventus le ordenó regresar de inmediato a Italia.

Beausejour, que leyó un comunicado a nombre de los jugadores, dijo que Vidal también los respalda.

"No estamos desconociendo el error en el sentido de haber llegado 40 minutos tarde" a la concentración, señala el comunicado. "Situación que no corresponde, por la cual pedimos disculpas públicas".

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Agrega que "no desconocemos que hubo ingesta de alcohol", pero rechaza la afirmación de Borghi de que "llegamos en un estado indefendible e inadecuado".

"Lamentamos profundamente que el señor Claudio Borghi haga afirmaciones como las que ha vertido, especialmente considerando que en ciertas ocasiones se ha apartado de criterios profesionales durante el actual proceso", concluyeron. Se negaron a explicar esta última afirmación.

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Los cinco jugadores fueron separados ayer de la selección que enfrentará mañana a Uruguay y el próximo martes a Paraguay por las eliminatorias mundialistas. El tribunal de disciplina de la Asociación Nacional del Fútbol Profesional (ANFP) decidirá el castigo por su acción, que según algunos medios locales, podría extenderse hasta 50 partidos.

Borghi explicó que los cinco llegaron tarde y que cuando los visitó en sus habitaciones "no se veían en buenas condiciones". Sostuvo que tampoco dieron explicaciones porque "no se podían defender", en clara alusión al estado de embriaguez en el que habrían llegado a las instalaciones de la selección.