El microtenista Alberto Miño se llenó ayer de abrazos y felicitaciones apenas terminó su partido contra el cubano Jorge Campos, al que derrotó 4-2 (11-9, 11-7, 10-12, 11-7 y 11-3), triunfo que llenó de júbilo a la delegación de Ecuador porque así el deportista clasificaba a semifinales y aseguraba una medalla en los Juegos Panamericanos, que al final fue de bronce.

Tras las frustraciones en taekwondo, voleibol de playa, bádminton, pentatlón moderno, ciclismo de montaña, tiro con arco, remo y tenis de mesa por equipos, la Tri festejó en Guadalajara 2011 cuando Miño avanzó a semifinales.

Sobre la victoria ante el cubano, que le dio el boleto para enfrentar al argentino Liu Song por el boleto a la final, Miño, que juega en la tercera división de la Liga Francesa de tenis de mesa, dijo: “Estoy orgulloso. El juego con Campos fue complicado, cuando iba en desventaja 3-6, en el segundo set, me concentré en que no debía perder. Él se descontroló y pude sacar adelante el partido”.

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Horas después el tricolor se puso nuevamente en acción para medir a Song, quien exhibió contundencia y mejor colocación y se impuso 4-1 (11-9, 11-7, 10-12, 11-7 y 11-3).

No obstante Miño, quien ha elevado mucho su nivel técnico, fue un digno rival. Tuvo en el tercer set su mejor momento al complicar y vencer al gaucho, de origen asiático, quien no pudo ripostar los remates colocados y desde afuera del tablero que imprimió el ecuatoriano. Al final Song, que está en el lugar número 85 de la Federación Internacional de Tenis de Mesa, se quedó con la victoria.

El guayaquileño se confesó feliz por su presea de bronce (el dominicano Ju Lin, que perdió en la otra semifinal, recibirá el mismo metal). “Antes entrábamos con el marcador en contra por nosotros mismos. Pero ahora es distinto porque jugamos de igual a igual contra cualquiera”, señaló Miño.