El microtenista Alberto Miño se llenó ayer de abrazos y felicitaciones apenas terminó su partido contra el cubano Jorge Campos, al que derrotó 4-2 (11-9, 11-7, 10-12, 11-7 y 11-3), triunfo que llenó de júbilo a la delegación de Ecuador porque así el deportista clasificaba a semifinales y aseguraba una medalla en los Juegos Panamericanos, que al final fue de bronce.