AFP
AUCKLAND.- El entrenador y los jugadores de la selección neozelandesa de rugby quisieron frenar la euforia reinante alrededor del equipo tras su gran triunfo sobre Australia (20-6) este domingo en el Mundial de rugby, recordando que aún queda ganar a Francia en la final.

"Hemos estado muy bien, los chicos han estado heroicos. Estoy muy orgulloso de ellos, pero no hemos terminado el trabajo, tenemos que comprender eso. Tenemos que volver a poner los pies en el suelo en los próximos días para preparar el próximo partido", declaró el DT Graham Henry en rueda de prensa.

"Los chicos han tenido un carácter soberbio. Todos los que han estado sobre el césped se han entregado al 100%. La defensa ha sido excepcional", destacó, pidiendo a sus pupilos que mantengan esa actitud para la final y que dentro de una semana "lo hagan de nuevo".

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Henry recordó que los All Blacks y los Bleus son viejos conocidos y que en 2007, cuando él ya estaba al frente del equipo, Francia eliminó a Nueva Zelanda en el Mundial, en un partido en Cardiff (20-18).

"Será un gran partido de rugby. Tenemos un gran pasado con Francia en el Mundial y les respetamos", señaló el entrenador sobre esa gran final.

El capitán Richie McCaw, una leyenda viva del rugby neozelandés y que rindió a un gran nivel a pesar de sus dolores en un pie, también aplaudió la actitud y la actuación del grupo.

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"Es algo genial. Sabíamos que tendríamos que luchar 80 minutos, ha sido un partido con mucha intensidad. Todos los jugadores han estado a su mejor nivel. Es lo que hace falta en las rondas finales", celebró.

El medio scrum Piri Weepu, otro de los protagonistas del día por su acierto con los penales, compartió la alegría del equipo, pero dijo estar pensando ya en el lunes y en cómo empezar la preparación para la final.

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"Hemos trabajado duro esta semana. Teníamos que frenar a sus hombres clave y defender bien", dijo. "Los chicos están orgullosos de lo conseguido. Es difícil poder expresar lo que sentimos. Estamos excitados, pero mañana (lunes) vamos a volver al trabajo", señaló.

El apertura Aaron Cruden también está ya pensando en esa cuenta atrás hacia la final del día 23.

"Sabíamos que iba a ser un partido físico. Nos han probado, sobre todo en la primera media hora. Hemos respondido y hemos marcado cuando hemos podido. Ahora no tenemos que dejar nada al azar y tenemos que prepararnos lo mejor posible para la final", dijo.

Su compañero Keven Mealamu también celebró "una gran victoria" y deseó, como el resto de All Blacks, que la fiesta siga y dentro de una semana la alegría sea todavía mayor.

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