Nada que hacer. En la vida siempre se está aprendiendo. Y lo importante de cada aprendizaje es ponerlo en nuestros prácticos hábitos de vida. Venezuela llegó, más concretamente su director técnico César Farías, a la Copa América con discreta humildad en sus palabras iniciales.

Luego, cuando empató con Brasil (0-0), Paraguay (3-3), ganó a Ecuador (1-0) y avanzó a semifinales para terminar en cuarto puesto en la tabla general, que fue un gran logro, el joven Farías comenzó a hablar pausado, cambiando poses, como dueño de la última palabra y perdió el equilibrio.

Llegó a Quito misterioso, lejano. Se encerró junto a sus muchachos para dar la gran sorpresa trayendo jugadores suplentes y no los titulares. Tras un entrenamiento en los casi 3.000 metros de altura pretendía someter a los ecuatorianos, ante los que, sin decirlo, sentía las suficientes ínfulas para ganarles. Y perdió sin haber creado jugadas de gol.

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Su equipo fue desbordado por los tricoloresm que les metieron dos goles cuando pudieron ser tres o cuatro más. La soberbia se le fue a pique.

Esperó a Argentina y, con nueva humildad, la vinotinto ganó estupendamente. El estratega llanero debe estar feliz. Venció legítima y merecidamente a una desconocida albiceleste. Ojalá Farías no regrese a sus actitudes de sobrado y más bien piense que una de las grandes virtudes que nos enseña el deporte es ser humildes.

Por nuestra parte, nunca sabremos si fuimos realmente un equipo estupendo, dada la poca calidad de los vinotintos, o realmente debemos mejorar sustancialmente; eso lo sabremos el 11 de noviembre, cuando juguemos con Paraguay de visitantes, y después, el 15, de locales contra Perú, en Quito.

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En el fútbol, como en ningún otro deporte de conjunto, nunca los juegos son iguales, de allí que las certezas poco funcionan. El fútbol es realidad presente. Siempre.

Consecuentes con los conceptos precedentes, ojalá la victoria contra Venezuela y la de ensayo sobre EE.UU. nos permitan mejorar la propuesta nacional. Mientras tanto, de aquí al 15 de octubre del 2013, y ojalá clasificados a Brasil 2014, hayan madurado algunos de nuestros futbolistas y surgido otros para el recambio necesario.

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Regresamos a nuestro campeonato. Barcelona visitará a Independiente. Antes, en el Monumental, los toreros ganaron 1-0 en difícil partido ¿Por qué? Porque los interandinos tienen un equipo joven que corre y desgasta. Pregúntele a los eléctricos lo que le pasó en la altura. Pero creo que los amarillos cada día juegan mejor y están bien ensamblados.

Tanto Barcelona como Emelec han tenido casi 15 días para ponerse a punto. Sobre todo los azules, que necesitaban tiempo para entender la filosofía de Juan Ramón Carrasco.

Ahora, con ese tiempo, deben haber mejorado y le podrían ganar al Olmedo.

Barcelona tiene 22 puntos en doce juegos, 5 puntos detrás del Deportivo Quito, puntero absoluto, al que le falta un encuentro. El Independiente tiene doce juegos y 17 puntos, es el sexto en la clasificación.

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Emelec en once juegos (tiene pendiente uno frente a Olmedo, en Riobamba) suma 17 puntos y podría, de ganar hoy, subir en la tabla de posiciones.