.- El efecto inmediato presenta al menos dos caras. Por un lado, los adultos abandonan sus trabajos y sus hijos, las escuelas. Por otro, granjas, empresas constructoras y fábricas se quedan sin la mano de obra a la que capacitaron y que, sobre todo, cobra menos y acepta labores más \"pesadas\".Es el panorama en el sureño estado de Alabama, en Estados Unidos, con la Ley de Inmigración HB56, vigente parcialmente desde el pasado 1 de septiembre. Es considerada como la más severa de las cinco legislaciones estatales que ¬inspiradas en la SB1070 de Arizona, en el 2010¬ se han adoptado en aquel país.Son dos los aspectos más polémicos de la ley. Con el objetivo, según sus promotores, de combatir la \"inmigración ilegal\", la legislación autoriza a la Policía a detener, sin derecho a fianza, a quienes estén bajo sospecha de haber entrado al país de forma ilegal, si no pueden presentar la documentación requerida al momento de ser interrogados por cualquier motivo.La segunda afecta a los hijos de los indocumentados. Exige a funcionarios de escuelas públicas revisar el estado de inmigración de los estudiantes inscritos a partir del 1 de septiembre.Estas cláusulas ¬en vigor desde el 29 de septiembre, cuando la jueza Sharon Lovelace Blackburn se negó a impedir la aplicación de varios extractos, como habían solicitado 36 demandantes y el Departamento de Justicia¬ hacen de la llamada Ley de Alabama la más estricta de todas las legislaciones migratorias.Incluso por encima de normas aprobadas en Arizona, Utah, Indiana y Georgia, aunque en estos estados se han bloqueado dichas leyes o algunas partes de ellas. En Alabama, la jueza también suspendió temporalmente cuatro cláusulas polémicas de la HB56, promulgada el 9 de junio por el gobernador Robert J. Bentley. Sin embargo, mantuvo otros puntos estrictos de la ley y, este miércoles, rechazó dejar en suspenso su aplicación.Unos 185.000 hispanos residen en Alabama, entre ellos al menos 500 son ecuatorianos. El Consulado de Ecuador en Atlanta ¬con jurisdicción en cinco estados del sureste, entre esos el de Alabama¬ tiene los datos del último censo realizado por Estados Unidos en el 2010.Según estas cifras, de sus cinco estados, Alabama es el que tiene menos ecuatorianos. En Carolina del Norte residen 7 mil; en Georgia, 4 mil; en Carolina del Sur, 2 mil; y en Tennessee, mil.Sin embargo, el cónsul Francisco Riofrío señala que existe un subregistro, pues generalmente se censan quienes tienen un estado migratorio regular. \"Por ejemplo, en Carolina del Norte, según las asociaciones de migrantes, hay entre 20.000 y 80.000 ecuatorianos, una cifra mucho más alta que la del censo. Quienes no tienen papeles evitan aparecer en esos registros\".Hasta este Consulado, que funciona desde enero, se han acercado 80 ecuatorianos residentes en Alabama a solicitar distintos servicios, pero ninguno, hasta ahora, ha pedido algún tipo de respaldo por esta ley.La comunidad inmigrante en general siente temor y, por ello, algunos están abandonando el estado. Centenares de niños han dejado de asistir a la escuela.Aunque la ley no requiere demostrar que se es ciudadano para poder inscribirse y no es aplicable a ningún estudiante inscrito antes del 1 de septiembre, el temor de los padres es que los datos facilitados a la escuela lleguen a manos de los agentes y sean utilizados para deportar a los miembros de la familia que residen ilegalmente en el país.Se calcula que de los 34.000 estudiantes hispanos, 2.285 se ausentaron el lunes. Algunas escuelas con gran número de alumnos latinos han informado que más del 10% se ha retirado. En el condado de Montgomery, más de 200 estudiantes hispanos no se presentaron a clases tras el fallo. En Albertville, 35 alumnos se retiraron de la escuela en un solo día. Unos 20 estudiantes se retiraron o le dijeron a los profesores que ya se iban del condado de Shelby, en los suburbios de Birmingham.Pero como resultado de las prohibiciones de la jueza, las autoridades de Alabama no podrán ¬al menos por ahora¬ arrestar a indocumentados que soliciten o realicen trabajos en lugares públicos o privados, ni a personas que oculten, transporten o alberguen a indocumentados, como señala la legislación. Tampoco se podrá impedir que las compañías declaren como gasto empresarial, a efectos de impuestos, los salarios pagados a trabajadores sin sus papeles.La ley también afectará a los empleadores porque les impedirá contratar a inmigrantes en las calles o carreteras, donde estos suelen pedir trabajo. En la legislación se señala, además, que un inmigrante sin permiso para estar en Estados Unidos comete un delito si solicita trabajo. La jueza también suspendió temporalmente estas secciones para estudiarlas con detenimiento.Cristian González, una inmigrante mexicana sin permiso para vivir en ese país, es madre de cuatro hijos y vive con su marido en una casa rodante en el suburbio de Birmingham. Cruzaron la frontera en el 2009 con la intención de trabajar y ahorrar para luego regresar.\"Tenemos miedo de ir a Walmart\", dice González. \"Temo salir caminando con mis hijos para tomar el autobús. Temo conducir\", añade. Su marido trabajó como albañil y cocinero, pero recientemente se quedó sin empleo. Ahora dicen que tienen que regresar a México.Los promotores de la legislación dijeron que se \"crearían\" empleos: Se los quitarían a inmigrantes que viven ilegalmente en el país para que sean ocupados por las personas legales.Sin embargo, en la práctica, la ley está alejando a numerosos trabajadores hispanos que hacen los trabajos agotadores que los estadounidenses, por lo general, rechazan. Incluso muchos latinos que viven de manera legal en ese país huyen del estado porque sus familiares y amigos no tienen papeles.Un cálculo preliminar señala que hasta una cuarta parte de la fuerza laboral en la construcción ha huido por la ley, según Bill Caton, presidente de Associated General Contractors de Alabama. Los impulsores señalaron que la ley sería un alivio para los habitantes legales, que registran una tasa de desempleo de casi el 10%, pero son pocos los residentes regulares que han solicitado las nuevas vacantes.Rick Pate, propietario de un negocio de jardinería en Montgomery, perdió a dos de sus más experimentados trabajadores, que ingresaron al país sin autorización. Pate dice que invirtió miles de dólares para capacitarlos en la instalación de sistemas de riego. \"Simplemente perciben que aquí hay un ambiente negativo. No se sienten bienvenidos. No los envidio. Yo también me sentiría nervioso\".El Gobierno de Barack Obama, a través del Departamento de Justicia, presentó el viernes un recurso de apelación para que se suspenda la aplicación de la ley porque puede dar pie a la discriminación. Ahora la Policía no sabe qué partes de la ley están vigentes y si se debe aplicarla.","isAccessibleForFree":true}
Inmigrantes dejan trabajos y escuelas por polémica ley
La llamada Ley HB56, la más estricta contra los indocumentados en Estados Unidos, hace que inmigrantes huyan del estado de Alabama. Allí residen unos 185.000 hispanos, entre ellos al menos 500 ecuatorianos.
Kassi Cruz recoge tomates en Steele, Alabama, después de que la mayoría de los trabajadores inmigrantes se fueran por la Ley HB56. "Mi espalda me está matando, pero puedo usar el dinero". Foto: redaccion
AGENCIAS-REDACCIÓN .- El efecto inmediato presenta al menos dos caras. Por un lado, los adultos abandonan sus trabajos y sus hijos, las escuelas. Por otro, granjas, empresas constructoras y fábricas se quedan sin la mano de obra a la que capacitaron y que, sobre todo, cobra menos y acepta labores más "pesadas".