Por Jorge Barraza (jorge.barraza@conmebol.com)
.- El fútbol está hecho de ilusión. Al inicio de cada temporada, todos los aficionados, hasta los del equipo más modesto, deben tener su entusiasmo a tope. Luego sobreviene la realidad, dura o feliz (los hinchas lo sabemos) y a ella nos atenemos mansamente. No debe resultar bonito, pues, ser hincha del Mallorca, el Betis o el Zaragoza por estos días. Saber que no se compite para ser campeón, que se terminará a 50 puntos de los dos punteros y que recibirán, posiblemente, cuatro palizotas aberrantes y unos 18 o 20 goles del Barcelona y el Madrid.