El volante Damián Díaz (25 años), de Barcelona, es extrovertido dentro la cancha; fuera de ella, la actitud del argentino es reservada y por eso admite que hasta le da un poco de vergüenza hablar en público.

No le agradan mucho las cámaras y menos las largas entrevistas. Es una imagen que contrasta con el líder que habla durante mucho con sus compañeros toreros en cada partido.

El exboquense explica por qué dentro del terreno le encanta hablar con el grupo e incluso, si es necesario, hacer un llamado de atención. “Es bueno hablar, conocer al compañero, aunque yo soy nuevo acá, pero la idea que nos propusimos es esa: tratar de comunicarnos dentro del campo de juego”, revela Díaz.

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Pero la comunicación, dice, sigue fuera del rectángulo verde, “para saber cómo viven, qué necesitan, si la familia está bien. Creo que son cosas que también se trasladan a una cancha, más allá de un partido de fútbol”, explica Díaz

Sin embargo, ahora que está en Guayaquil y que destaca como armador de Barcelona, el gaucho no puede evitar las cámaras, las entrevistas, la firma de autógrafos y las fotos con los hinchas. El pasado viernes, un grupo de niños lo rodeó para fotografiarse con él tras un entrenamiento amarillo.

Díaz valora el aprecio de los barcelonistas, aunque aclara que no es muy amante de dirigirse al público. “La verdad es que me siento bien acá. Estoy muy contento. Aunque a mí no me gusta hablar porque me da un poco de vergüenza, pero de verdad que me pone muy contento que la gente me aplauda y no solo a mí, sino a todos mis compañeros. De verdad estamos sintiendo respaldo”, confesó.

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El Kitu, como lo llaman, quiere que ese cariño se incremente en cada jornada: “Ojalá este domingo (hoy, ante Manta, en el Monumental) lo ratifiquen, como lo han venido haciendo cuando jugamos en casa. En estos partidos hemos demostrado que estamos dando el máximo y eso lo valora la gente; y el apoyo lo sentimos dentro de la cancha”.

No obstante, el organizador de juego no quiere que la atención recaiga solo en él, a pesar de que en los seis partidos disputados con los canarios ha demostrado ser el fichaje extranjero más destacado del equipo en este año. “Me siento uno más, siempre lo dije: acá nadie es más que nadie, todos somos iguales; los que juegan, los que quedan en el banco, los que se quedan fuera del partido. Todos somos uno y tenemos un único objetivo: levantar a Barcelona”, aseveró.

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Agregó: “Más allá de que no podemos estar primeros o segundos (Barcelona es cuarto), creo que el equipo lo está haciendo bastante bien. Individual y colectivamente, el equipo está fuerte”.

Por la fortaleza futbolística y mental, Díaz confía hoy en otro triunfo: “Intentaremos otra victoria consecutiva en casa. Tenemos un partido muy difícil, no subestimamos a ningún rival y Manta va a venir a hacer su negocio, pero tenemos los jugadores como para ganar”.