En un partido intenso, en el que por momentos afloró el buen fútbol de parte de Liga de Quito, Barcelona se llevó anoche un punto en el estadio Casa Blanca (0-0), aunque no bastó para romper la racha de 14 años sin triunfos en ese escenario, desde su inauguración en 1997.

La hinchada alba no solo recordó esa hegemonía, sino que refrescó la memoria torera con la exhibición de globos rosados y el número 15 en cartulinas, en alusión a que su rival no gana a los universitarios durante ese tiempo de visita. El último triunfo amarillo sobre los azucenas, en la capital, fue un 0-1, en 1996, en el Atahualpa.

El juego, que se retrasó siete minutos en iniciarse porque en la popular sur (en la parte baja se ubica la barra de Liga y en la alta, la de los canarios) explotó una bomba lacrimógena, tuvo como actor protagónico, en el primer tiempo, en ofensiva a los albos, mientras que la visita se dedicó a defender el empate con cinco defensores.

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En los primeros 10 minutos, Barcelona se salvó dos veces. Un cabezazo de Enrique Vera, desviado por el arquero Máximo Banguera, y un tiro de Miler Bolaños, que se estrelló en el vertical, estuvieron a punto de vulnerar la valla amarilla.

Luego el partido se volvió trabado por las innumerables faltas de ambos lados. Vera y Luis Caicedo cumplieron el cometido de no dejar espacio a la creación. Además, el volante amarillo Damián Díaz se dio tiempo para discutir con los rivales, lo que no fue cortado por el juez Carlos Vera.

Aun así, Liga estuvo cerca de anotar a través de Fernando Hidalgo y de Hernán Barcos. El primer tiro fue rechazado por Banguera, en el segundo la pelota pegó en el poste.

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A pesar de que Marlon Ganchozo y Diego Calderón dieron facilidades por el costado izquierdo de Liga, en pocas ocasiones Pablo Palacios y Brayan de la Torre crearon de peligro para el arco de Daniel Viteri.

En la etapa complementaria, Barcelona mejoró en ofensiva. Los carrileros Geovanny Nazareno y Miguel Ibarra, por fin, se proyectaron. Palacios y Díaz estuvieron cerca de anotar, pero Viteri salvó su portería.

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No obstante, la más clara la tuvo Hidalgo, que remató pero Banguera desvió. Cerca del fin (86m), un zapatazo de Barcos se estrelló en el horizontal.

Los ingresos de Patricio Urrutia y Lucas Acosta no surtieron efectos positivos. Mientras que Zubeldía mandó a la cancha a Dennys Quiñónez y Hólger Matamoros en lugar de Luis Caicedo y De la Torre, de buen desempeño, para refrescar la línea de volantes. El que se mantuvo en el campo fue el incansable Matías Oyola.