Por Jorge Barraza (jorge.barraza@conmebol.com)
.- "Con el talento no basta", dice Laurent Blanc, aquel exquisito zaguero centro francés devenido hoy en entrenador de su selección nacional. Blanc campeón mundial de 1998 al que Francia le debe una porción sustancial de ese título que lo situó definitivamente entre los zares del fútbol. Cuando corrían 114 minutos de La Batalla de Lens (el célebre choque ante un Paraguay que resistió todo) y el 0 a 0 parecía indestructible, con Francia desesperada, David Trezeguet bajó con plasticidad de cabeza una bola "a la sudamericana" para la entrada de Blanc, ya volcado al ataque. Y Blanc, con su inmensa clase, definió suave a un costado de Chilavert. Gol. Fue el partido más difícil de los Bleus en aquella Copa. A Brasil, en la final, le ganó por demolición: 3 a 0 y con chachachá.