AP
MÉXICO.- Los dirigentes del fútbol mexicano condenaron el tiroteo que provocó la suspensión de un partido de primera división entre el local Santos y Morelia y convocaron a una reunión el lunes para evaluar posibles medidas de seguridad.

"Tenemos que estar unidos contra la violencia, tenemos que poner un
'hasta aquí''', dijo el presidente de la Federación Mexicana de Fútbol,
Justino Compeán, que convocó tras el tiroteo a una conferencia de
prensa en Bogotá, donde asistía al Mundial Sub20.

La balacera se desató el sábado afuera del estadio TSM
en la norteña Torreón, cuando los ocupantes de tres camionetas no
acataron las órdenes de elementos de las fuerzas armadas, según informó
la policía municipal.

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Los jugadores salieron corriendo a buscar refugio en los vestuarios y cientos de espectadores invadieron la cancha tratando de alejarse del peligro. Algunas de las balas impactaron en el estadio sin causar víctimas.

Un policía sufrió heridas y las autoridades dijeron que estaba en condición estable.

"Lo que sucedió fue una situación fuera del estadio, pero finalmente afecta al fútbol", dijo el secretario general de la Federación, Decio de María. "Afortunadamente no hubo incidentes dentro del estadio"

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Santos dijo el domingo en un comunicado que algunas balas impactaron en el estadio.

"Un cristal de las oficinas de TV Azteca, una de las rampas de acceso al sótano, la estructura poniente (oeste) del estadio, la barda perimetral del TSM, así como una de las suites fueron blanco de balas perdidas durante el enfrentamiento", afirmó el club.

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Las imágenes televisivas desde el estadio de Santos mostraron a hombres y mujeres con niños en brazos que huían por el césped en busca de refugio. Otros simpatizantes se resguardaban entre las butacas de las tribunas.

Este es el primer partido de la liga mexicana que se suspende por un incidente relacionado a la violencia de grupos del narcotráfico.