Trato de ser positivo; trato de darle tiempo al tiempo; trato que la mejoría, en el caso de Barcelona aparezca de una vez por todas, y en el caso de Emelec, que mejore por sobre su excelente campaña del primer semestre.

El domingo pasado los toreros pisaron feo el estadio Olímpico capitalino frente a un Deportivo Quito dubitativo y especulativo, tratando de esperar por la levantada torera que no se produjo. Barcelona sigue sin convencer. Sus refuerzos no producen y sigue el equipo, es un mar de dudas. Para ser gráficos, los amarillos son futbolísticamente hablando, los mismos de la primera etapa.

Se dirá que recién van tres encuentros de la segunda fase, pero lo que yo destaco es el mismo fútbol simplón, sin ideas, sin renovación de hombres y fútbol. Luis Zubeldía ha sido destacado como un técnico novedoso y creativo, pero eso no se ve y así siguen los toreros a pesar de nueva directiva, entrenador y uno que otro refuerzo. Ojalá no sean lamentos en vano.

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Barcelona, aquí en Guayaquil, tiene la gran oportunidad de sacar sus nuevos atributos y hacerle un buen juego y ganarle al Olmedo este domingo. Ya lo he dicho y escrito en algunas oportunidades: los ídolos del Astillero necesitan una revolución para que brille su fútbol y eso se consigue con muchos valores nacionales y extranjeros. Y eso sí es un problema.

Emelec, también en la fecha anterior, dejó mucho que desear y eso que le ganó al Manta. Veamos por qué. El equipo eléctrico, desde el minuto de juego, desde la defensa al mediocampo, jugó a lo que nosotros llamamos pelotazo. Así, casi todas las bolas pillaban en fuera de lugar a los tres delanteros netos que alineó (Denis Hurtado, excelente prospecto; Roberto Mina, excedido de peso; Walter Iza, muy bueno para el cambio en el segundo tiempo), o caían en los pies de los defensas manabitas. En la única ocasión que llegó a Hurtado limpiamente, centro y gol de Giménez, pero, ¿cuántos ataques se desperdiciaron?.

Otra deficiencia: no había la interrelación de sus mediocampistas, hubo tanta independencia que no pudieron tejer o hilvanar para llegar a posiciones de gol. Todavía no encuentro una explicación, ¿por qué no pueden jugar juntos Édison Méndez, David Quiroz y Pedro Quiñónez?

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Es necesario aclarar el concepto entre pelotazo y pase en profundidad. Este último es cuando un compañero recibe el balón, lo domina y está a su disposición. Pelotazo es la esférica que va hacia delante, la intercepta un contrario o se va afuera de la cancha. Ratificamos, Emelec jugó al pelotazo.

Juan Ramón Carrasco llega con la fama de hacer jugar permanentemente al ataque. Enhorabuena. Solo que hay un par de asuntos que debe tener en cuenta. Carrasco llega a un plantel que lideró en absoluto la tabla de posiciones: mejor puntaje (44), mejor gol diferencia (16, igual que Liga de Quito), la segunda valla menos vencida (15), dos juegos perdidos (el mejor en este detalle), 8 empates y el mejor segundo equipo en ganar juegos. Es decir, un récord para igualar o mejorar.

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El buen DT uruguayo, por sus pergaminos, debe conocer bien a su plantel. Así como lo encontró en lo máximo de la tabla, debe respetar ese tipo de juego que venía desarrollando e ir haciendo las modificaciones pertinentes para alcanzar su idea, sin hipotecar el presente y menos el futuro. Es decir, ir adaptando poco a poco su sistema sin arriesgar resultados.

Es mi deseo, no puede ser de otra manera, el sustentar una tesis a favor del conjunto guayaco y no sea que caigamos en la anarquía. Emelec visita a El Nacional, equipo que basa su juego a punta de velocidad y el correr sin dar por perdida una bola. Solamente que le salió bien contra los lojanos, pero con ese vértigo le fue mal contra Deportivo Quito y contra el Olmedo, cayendo, esa velocidad, en la anarquía.

En cuanto a Zubeldía el caso es más patético. Ojalá le encuentre el hilo al ovillo. Es preferible jugar con juveniles y extranjeros sin defectos que con quienes ya no pueden adaptarse a nuevos esquemas.

El problema de los toreros no solamente es mejorar la tabla de posiciones de la primera etapa (octavo lugar) sino que el equipo juegue mejor fútbol. Eso es lo que su público reclama: meter goles sin gracia es no meter goles. Los goles tienen que venir productos de un buen sistema y desarrollo de juego.

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Los dos ídolos guayacos y nacionales lo pueden realizar: Emelec haciendo casi lo mismo de la primera etapa; Barcelona mejorando sustancialmente su octavo puesto. Si no, ¿para qué tantos cambios?