Por Jorge Barraza (jbarraza@uolsinectis.com.ar)
.- Al menos tres generaciones de uruguayos sintieron el domingo anterior uno de los máximos orgullos de sus vidas: haber visto a la Selección celeste coronarse campeona de la reciente Copa América. Quince veces ganó Uruguay el trofeo, aunque nunca de este modo. La conquista tiene enorme significación: porque ratifica el pasaje estelar que atraviesa el fútbol de Obdulio Varela; porque fue conseguida tras una final contundente; porque se logró en Argentina, considerada por los orientales territorio enemigo (en fútbol y en todos los órdenes se percibe una fuerte antipatía hacia los "hermanos rioplatenses", que curiosamente no se da del otro lado), y porque sus jugadores dejaron la piel, la sangre y el alma en el campo en pos del objetivo.