Pese a que los resultados médicos no revelan problemas físicos, el argentino Damián Díaz afirma que continúa con molestias musculares y por eso será baja en Barcelona, que mañana visita al Deportivo Quito.

“No se concentra porque no está bien. No se siente en plenitud de condiciones, los estudios (médicos) han dado negativo, pero luego de los minutos que jugó acá (el miércoles pasado entró al minuto 78, contra Liga de Loja; ante Espoli, en la primera jornada, actuó 26m), más este entrenamiento,  él (Díaz) tiene miedos lógicos al no tener experiencia de lesiones musculares”,  señaló Luis Zubeldía, DT canario ayer, luego de la práctica.

Para el estratega no contar con Díaz por ahora es la solución, ya que espera que el argentino supere sus problemas. “Hablamos y llegamos a la conclusión que lo mejor era que haga un trabajo distinto al resto hasta el martes o miércoles y apuntemos al siguiente partido”, indicó Zubeldía.
En cuanto al volante argentino-austriaco, Aldo Duscher, este también deberá cumplir con un entrenamiento especial. “Aldo está haciendo un  trabajo físico diferente. Depende como lo vea yo y si lo veo bien estará listo”, agregó.

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Por su parte, el nuevo refuerzo indicó ayer, en rueda de prensa, que “Barcelona es un equipo grande, hace mucho tiempo no ha podido quedar campeón, el objetivo es tratar de conseguir algo”, destacó.

Restricción amarilla
En tanto, ayer el estadio Monumental amaneció con un letrero en la puerta de ingreso al estacionamiento, donde se informaba que se prohíbe la entrada a empresarios deportivos.

“Prohibido el ingreso a empresarios, representantes y personas no autorizadas por el Barcelona Sporting Club”, decía una gigantografía.

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Según el presidente de la Comisión de Fútbol, José Doumet, colocaron el letrero por decisión de la dirigencia, para evitar que los juveniles sean tentados y terminen en otros clubes.

Zubeldía, de acuerdo con esa prohibición, habló de la necesidad de tranquilidad para los futbolistas: “Lo más importante en esto es defender al jugador y para defender al jugador tenemos que dejarlo tranquilo, nada más.

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Si hay un deshonesto y está Zubeldía no podemos convivir en la misma habitación”.