No veíamos la hora de pisar el Mario Alberto Kempes, recorrerlo, sentarnos en él a ver un partido importante. A unos metros del palco de prensa está el Matador del Mundial 1978, invitado al decisivo Argentina-Costa Rica. Bello homenaje a quien dio a la Argentina una Copa del Mundo. Más que el goleador de aquel torneo, Kempes fue el alma del equipo, su indómito salvador. Marito es un héroe civil de la provincia de Córdoba, orgullo de su pueblo.