La emoción y alegría eran máximas. El homenaje oficial al equipo ecuatoriano de Olimpiadas Especiales, que alcanzó 69 medallas (25 de oro, 25 de plata y 19 de bronce) en los Juegos Mundiales realizados en Atenas, Grecia, no se iniciaba, pero en el salón contiguo donde ayer se realizó el acto, los 51 deportistas festejaban ese éxito.

Sin molestarse, Jorge Jaime (28 años), ganador de una presea de oro, dos de plata y un bronce en natación, aceptó dejar por un momento la celebración con sus amigos y contar detalles de los triunfos, sobre todo del récord que impuso en los 100 m mariposa al cronometrar 1 minuto, 16,08 segundos.

“Los de Canadá fueron durísimos, parecía que me ganaban, pero yo siempre le pido a Dios que me ayude y en esta ocasión lo hizo muchísimo”, cuenta el machaleño, quien da clases particulares de natación para ayudarse económicamente.

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Cuando se enteró de que había impuesto una nueva marca en la modalidad no lo creía. “No me había enterado, pero hablé con mi mamá Lupita (llama así a Teresa Pinta, persona que le crió hace 20 años) y me contó. Alcancé a gritar de felicidad. Fue una emoción que ahora no la puedo expresar”, revela.

Mezclados en el festejo también estaban los cumpleañeros Samuel Mosquera y Jhonny Obando, quienes ayer celebraron 22 y 26 años, respectivamente, ambos mostraban orgullosos las medallas de oro ganadas en fútbol.

Las manos del Ecuador, como le llaman a Samuel, y quien se siente feliz de llevar el apelativo del legendario arquero ecuatoriano José Francisco Cevallos, actual ministro del Deporte, cuenta emocionado que solo le marcaron un gol.

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En cambio, Jhonny fue el artillero del torneo con siete goles, y además declarado el Mejor Futbolista del certamen. Los dos esmeraldeños fueron claves en los triunfos sobre Australia (4-0), Turquía (2-0), Jamaica (1-0), Rusia (1-0) y en la final ante Dinamarca (6-0). En la fase previa empataron sin goles con los jamaiquinos y también perdieron (1-0) con Uruguay.

Las guayaquileñas Johanna Delgado (20) y Adriana Avilés (23) también lucían contentas las múltiples preseas conseguidas en Atenas.

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Johanna fue la más laureada de la delegación, al sumar cuatro de oro en levantamiento de potencia; mientras que Adriana logró dos de oro, una de plata y una de bronce en natación.