Por Jorge Barraza (jbarraza@eluniverso.com)
.- "La salida de Bielsa, puede resultar negativa para Chile. Y ahí tenemos que aprovechar nosotros". La declaración la hicieron, o la pensaron, varios entrenadores en Sudamérica en función de un cupo para el próximo Mundial.

Sin embargo, en su debut en la Copa América, Chile demostró no ser una viuda de Bielsa. No fue un equipo plañidero sino combativo, animado, ofensivo y ambicioso. Y, acaso, el de actuación más convincente cumplida la primera fecha de los tres grupos. Generó situaciones de gol y propuso el partido más atractivo en este primer tramo del torneo.

Hay cierta tendencia a creer que México vino a la Copa con los suplentes de los suplentes. Pero hizo un partido digno, le puso corazón y sucumbió ante un Chile que forzó la victoria con gran decisión.

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La noticia es que Chile es tan fuerte y competitivo como en tiempos de Marcelo Bielsa. Y que Claudio Borghi tiene una excelente relación con los futbolistas, varios de los cuales estuvieron con él en el exitoso periodo en el que conquistaron cuatro títulos consecutivos con el Colo Colo. Nada indica que La Roja se vaya a caer y, muy al revés, será otro rival durísimo en la Eliminatoria que viene. Mantiene su lugar en el lote de avanzada.

Desinformar. Según buena parte de la prensa internacional, Alexis Sánchez fue la figura de la cancha en la victoria chilena sobre México. Hasta hemos leído un título bastante rotundo: 'Alexis jugó un gran partido'. Ahora bien, el análisis riguroso de la planilla de juego dice que el delantero Alexis Sánchez no marcó goles, no participó en ellos, no generó ninguna situación de riesgo y, a los 5 minutos, le sirvieron un pase magnífico al claro, acción en la que, totalmente solo, la tiró afuera. Desperdició una ocasión magnífica. ¿Cómo pudo entonces ser el más destacado del partido? ¿De qué forma se analiza?

Siempre debe recordarse que la 'Figura' surge del 'Rendimiento', y este está decantado por la 'Eficacia'. Para quien no vio el partido, Sánchez se perfila como una luminaria de la Copa América. Hasta el momento, no es así.

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Otro que sube. Con varias bajas por lesión y con elementos desconocidos para el público internacional como Yotún, Balbín, Guevara, Advíncula, Revoredo, Perú tuvo un promisorio estreno ante Uruguay, uno de los rivales más difíciles, reconocido por todos los entrenadores. Por lo que siempre es la Celeste, por la cantidad y calidad de jugadores jóvenes de esta generación y por su cuarto puesto en el Mundial. Perú no fue menos, se agrupó con acierto, hizo circular la pelota, mostró personalidad, organización y se llevó un empate valioso, más que por el punto, por comprobarse a sí mismo que puede, que tiene herramientas para ilusionarse. Con Jefferson Farfán, acaso con Pizarro, Perú debería pronunciar aún más su curva ascendente.

Este sí destacó. La selección incaica tuvo, además de su orden y su entusiasmo por este nuevo proceso con Sergio Markarián al frente, a un jugador diferente arriba: Paolo Guerrero, hasta ahora lo mejor que hemos visto en la Copa. Sabio con la pelota, sereno, elegante, jugando virtualmente solo contra todos los del fondo uruguayo, pivoteó, generó peligro, marcó un gol y casi anota el segundo en el minuto 93. Cuando un jugador sabe, los compañeros se la pasan tranquilos, aun cuando esté comprometido por la jugada o encimado por la marca. Algo va a hacer, de alguna forma saldrá. No es un descubrimiento; siempre fue un estupendo delantero Guerrero.

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Impensado. Las dos únicas selecciones que perdieron en esta primera jornada de los tres grupos son de la Concacaf. Una ratificación de que, si no vienen con su máximo potencial, tienen escasas posibilidades de triunfo. Y de los diez equipos sudamericanos, los menos felices son curiosamente los más valorados. Argentina causó preocupación en su público (¡cuidado en la Eliminatoria...!). Brasil acumuló desencanto y Uruguay desilusión. "Lejos del 2010... y del 2007", tituló El País, de Montevideo, en alusión al Mundial y a la Copa anterior.

Esperanza. Todos los demás participantes generaron sentimientos positivos. Podríamos resumir en una palabra a cada uno. Bolivia: Alegría. Chile; Euforia. Colombia: Conformidad. Ecuador: Aceptación. Perú: Ilusión. Venezuela: Orgullo.

En guardia. Las clasificaciones a los mundiales del 2002 y 2006 generaron en Ecuador la sensación de que el país era una nueva fuerza continental. E indiscutiblemente fue el fútbol de mayor crecimiento en el continente. Pero también hay cierta tendencia a pensar que el lugar ganado es inamovible. Sin embargo, estas primeras muestras de la Copa América le sirven para advertir que no está solo, los otros también crecen (Venezuela, Bolivia), o se mantienen (Uruguay, Paraguay, Chile) o vuelven por sus fueros (Perú). El camino hacia el 2014 va a ser empinado, ríspido, pleno de obstáculos.