Es el fútbol actual: nadie gana antes de jugar. Ni siquiera Brasil a Venezuela. Eso por un lado. Por el otro, lo que siempre decimos: en Sudamérica no hay Maltas ni Andorras; no hay Vanuatus ni Bélices. No hay islitas a las que se golea 31-0. Futbolísticamente, acá todo es difícil, parejo, complicado.