Hay mucha expectativa por constatar si José Francisco Cevallos puede repetir el éxito que tuvo como futbolista ahora como ministro del Deporte.

En algo más de un mes de funciones es posible que aún se encuentre en aquel periodo en el que, junto con su viceministro y subsecretarios, asesores y técnicos, estén diseñando y ordenando ideas. Estableciendo prioridades, fijando planes, proyectos y objetivos fundamentales, de mediano y largo plazo que contribuyan al Buen Vivir de la población en general, tal como lo manda la Ley de Deporte, Educación Física y Recreación en su artículo 129.

El ministro Cevallos ha inaugurado coliseos, visitando ciudades y provincias, socializando con dirigentes y deportistas, comprometiendo recursos como para la organización y ejecución de los Juegos Sudamericanos de playa, en Manta.

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Pero hay un tema vital, de suma importancia, que ha estado mucho tiempo en el olvido. Es como una materia pendiente que debe ser tratada con urgencia, pero hasta la presente ningún organismo, Ministerio de Educación o Deporte han podido solucionar: la falta de profesores de Cultura Física en algunas escuelas públicas del país.

La falta de actividad física, manejada y dirigida por profesionales de esta especialización, es un perjuicio irreversible a tal punto que se puede señalar que niños y jóvenes de estas unidades educativas son una generación perdida. Sufren daños irreparables como el sedentarismo, que coloca al organismo en una situación vulnerable respecto a enfermedades cardiacas y problemas sociales.

Está comprobado científicamente que niños y jóvenes que no realizan actividad física y deporte tienen dificultades de coordinación y motricidad que les producen problemas en sus estudios, especialmente en matemática y lógica.

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Bien puede el ministro de Deporte actual corregir este terrible y perjudicial olvido porque además es un mandato constitucional, como lo dispone el artículo 11 de la Ley del Deporte: “Es derecho de los ciudadanos practicar deportes, realizar educación física y acceder a la recreación sin discrimen alguno y de acuerdo a la constitución”. El artículo 13 de la misma ley dispone: ”El Ministerio del Deporte es el órgano rector y planificador del deporte, la educación física y la recreación. Le corresponde establecer, garantizar y aplicar las políticas, directrices y planes…”

José Francisco Cevallos, si se lo propone, puede bien pasar otra vez a la historia si logra convencer a las máximas autoridades ecuatorianas que destinar dinero en deporte, educación física y la recreación no es un gasto. Es más bien una inversión con la cual se ahorrarán en hospitales y cárceles.

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Deberá conseguir recursos, para crear nuevas partidas y nombrar a los profesionales de Cultura Física en las unidades educativas que hagan falta. También dotarles de implementos, construirles campos deportivos y organizar torneos y campeonatos en sus edades, sectores y regiones. Por fortuna cuenta con un equipo de asesores que conocen la materia y han estado en el deporte.