Por Jorge Barraza (jbarraza@eluniverso.com)
.- Orgulloso escenario del Mundial del '50, el septuagenario estadio Pacaembú fue naturalmente ignorado para el Mundial 2014, en función de su decrepitud. Pero su cemento veterano tiene recuerdos inoxidables: ha sido testigo del fútbol más brillante que el planeta conociera, incluso antes que el Maracaná. Una buena porción de la carrera de Pelé transcurrió allí. Leonidas, Zizinho, Zito, Ademir da Guia, Rivelino, todos los grandes astros paulistas desfilaron su clase por ese pasto apelmasado y húmedo.