Últimamente en algunas notas de la prensa deportiva se leen titulares como este: ‘Preparan IV Festival Deportivo recreativo en Zamora Chinchipe’. He leído que se menciona repetidamente la palabra ‘festival’, que es muy común en el desarrollo de las actividades competitivas.

Teniendo en cuenta que practicar un deporte es un proceso pedagógico, que comienza con la etapa de la enseñanza, luego transita al siguiente nivel de perfeccionamiento de los elementos aprendidos, para finalmente evolucionar a la última fase: el alto rendimiento.

El deportista debe continuar aprendiendo y perfeccionándose en las nuevas variantes técnicas, las que irán surgiendo de acuerdo con las investigaciones que hagan tanto los entrenadores como los científicos expertos en la materia.

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Se hace imprescindible entonces programar cada una de estas etapas que debe cumplir todo atleta que aspira a un rendimiento superior al promedio. Pero en este proceso se deben evitar excesos que incidan en el normal desarrollo de los hábitos y habilidades que en los niños y jóvenes queremos formar. Así evitan la presión que ejercen los padres “ansiosos” y los malos entrenadores, si se los puede llamar así, porque están obsesionados por el “campeonísimo”. Ellos no reparan en los daños físicos o psicológicos que pueden ocasionar a los practicantes para justificar ante sus jefes sus contratos. Esperan ganar, por sobre todas las cosas, sin mirar a quien lastiman.

Por eso las exigencias de la competencia nunca deben estar por encima de las posibilidades físicas y técnicas alcanzadas por los deportistas. Deben aplicarse según el programa de desarrollo de competencias, planificado y avalado por cada una de las federaciones ecuatorianas por deporte.

Los objetivos de los festivales son promover la participación de la mayor cantidad posible de aspirantes a deportistas en estos certámenes, en el marco que determina los límites cualitativos.

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Para las premiaciones de los festivales se emplean regalos, cintas o diplomas, para evitar la presión de ganar medallas a temprana edad, porque en sus inicios son los padres los que compiten a través de sus hijos, no todos por supuesto, pero sí una gran mayoría.

Los objetivos de los campeonatos son promover la mayor cantidad de participantes en las categorías juveniles y los torneos de primera fuerza, promocionar el rendimiento deportivo de tal forma que los atletas aspiren al mejoramiento de los récords nacionales, sudamericanos o por qué no registros mundiales, dentro del marco que establece en su programa competitivo de cada federación ecuatoriana por deporte.

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Se premia con preseas de oro, plata y bronce en las pruebas individuales y mejor marca técnica según las tablas de performance internacionales.

Ahora que usted sabe la diferencia entre festival y campeonato podrá distinguir a qué se están refiriendo las informaciones de prensa cuando mencionan festivales o campeonatos deportivos.