Luego de que monseñor Gonzalo López, integrante del grupo Carmelitas Descalzos, terminara en Quito su ayuno voluntario la tarde del jueves pasado, volvieron los incidentes la noche de ese día a Nueva Loja, en Sucumbíos, cuando un grupo de seguidores de los Diocesanos, congregación que asumió el Vicariato de esta provincia oriental, encontró cerradas las puertas de la iglesia Jesús Resucitado, ubicada al norte de esta ciudad.