EFE
MONTEVIDEO.- El Santos maniató ayer a Peñarol, lo dejó frustrado y sin ideas, y sacó un valioso empate sin goles del Centenario en el partido de ida de la final de la Copa Libertadores, que deja a los brasileños más cerca del título.

En el inicio, contrariamente a lo esperado, incluso por el técnico de Santos, Muricy Ramalho, el Peñarol no salió con el acelerador a fondo a presionar al rival, sino que tomó sus precauciones defensivas y casi que cedió la iniciativa al visitante.

Al promediar el primer tiempo, Santos tuvo dos aproximaciones por intermedio de Alex Sandro con fuerte disparo que salvó Sosa, e inmediatamente un cabezazo del también defensa Bruno Rodrigo que rozó el larguero.

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El juego pasó a disputarse casi exclusivamente en el centro del campo, con las defensas superando los tímidos intentos ofensivos de ambos lados.

En el comienzo del segundo tiempo las mejores oportunidades para abrir el marcador fueron para la visita, pero Zé Eduardo no estuvo fino y con un balón de frente a la portería permitió salvar a Sosa.

A cinco minutos del final, un remate cruzado de Aguiar llegó al fondo de la red por Diego Alonso, pero el tanto fue anulado correctamente por estar fuera de juego.