AP
LONDRES.- La cara de Javier Chicharito Hernández reflejaba cómo estaba ayer su alma: destrozada. El delantero mexicano, al igual que todo el Manchester United, se vio impotente para frenar el torrente ofensivo del Barcelona, que se impuso 3-1 en la final de Wembley y se llevó su cuarta Liga de Campeones.

"No sé las estadísticas, no me fijo en eso. Nunca me ha importado ser el mejor, siempre pienso en el equipo. Hay que felicitar al Barcelona, que mereció ser campeón", afirmó el azteca cuando se le preguntó si pensaba que esta final había empañado su buen año.

"No puedo hablar de mi año. En este momento solo siento dolor y ganas de aprender de esta decepción", añadió el Chicharito, que anotó 20 tantos en todas las competencias en que participaron los Diablos Rojos en esta campaña.

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Antonio Valencia, quien también fue titular y se convirtió en el primer ecuatoriano en disputar una final de la Champions, tampoco pudo brillar en el día más inspirado del Barça y del argentino Lionel Messi.

El volante ecuatoriano tuvo que estar pendiente en forma constante de las subidas del lateral brasileño Dani Alves y cometió varias faltas fuertes en el segundo tiempo.

Mientras, el capitán y defensa serbio del Manchester United, Nemanja Vidic, admitió este sábado, tras perder la final de la Liga de Campeones, que nunca había jugado ante un elenco del potencial del equipo catalán.

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"Nunca hemos jugado con un equipo como el Barcelona. Juegan un gran fútbol y merecieron ganar. Hemos tratado de ejercer una presión alta y solo lo conseguimos en algunos momentos del partido", comentó el defensa balcánico.