Por Jorge Barraza (jbarraza@sinectis.com.ar)
.- ¿Cómo fue la escenografía de Manchester al amanecer del domingo 15.? Un lugar desierto inundado de botellas, papeles, casas embanderadas de blanquiceleste y de rojiblanco, gorros y bufandas perdidos en el festejo, pisoteados, cornetas olvidadas, algunos borrachos durmiendo su alegría en una plaza, enfundados en una camiseta de fútbol.