AFP
BUENOS AIRES.- Boca Juniors, con un gol de su máximo goleador histórico, Martín Palermo, se adueñó del clásico argentino al ganarle 2-0 a River Plate ayer, por la decimocuarta fecha del torneo Clausura 2011 que lidera Vélez Sarsfield.

El triunfo es un empujón anímico para Boca en la recta final del campeonato, pues casi no tiene posibilidades de luchar por el título, pero sí puede buscar una plaza en la próxima Copa Sudamericana, mientras que River sufrió otra derrota que lo vuelve a complicar en la lucha por evitar el descenso.

Palermo, de 37 años, se dio el gusto de anotar un tanto en su último clásico, ya que se retirará al final de este campeonato, y de esta manera llegó a los 234 goles en el club de la camiseta azul y oro, con un total de 304 en primera división.

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Tras un comienzo impreciso por parte de ambos conjuntos, River ensayaba un leve dominio, casi sin llegadas, pero antes de la media hora, y en una ráfaga, Boca sentenció el duelo con más efectividad que justicia.

La apertura llegó con un gol en contra del arquero Juan Pablo Carrizo, que tuvo una salida desafortunada en un tiro de esquina y empujó el balón hacia su propia valla, y enseguida, luego de una serie de rebotes dentro del área visitante, Palermo cabeceó por encima de Carrizo para aumentar la cuenta y desatar la euforia de los auriazules.

"Estoy contento, disfrutando de esto. Vivo cada partido como el último, es ahora cuando empiezo a sentirlo de esta manera, recuerdos, nostalgia de todos estos clásicos que son algo único, que se sienten y se viven de esa manera", dijo Palermo, quien se retiró en medio de una ovación en la Bombonera.

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"Lo principal es que se ganó, este triunfo es para la gente, que lo tiene más que merecido", agregó.