En un partido vibrante, lleno de emociones, Imbabura y Emelec igualaron anoche a 1 en el estadio Olímpico de Ibarra, resultado que consolidó a los eléctricos en la punta del tablero posicional, con 33 puntos.

Desde el inicio el juego no tuvo tregua. Los dos equipos salieron a ganar. Imbabura, motivado por la campaña del técnico Eduardo Granda, que lo tiene en el noveno puesto con 19 puntos; mientras los millonarios con la consigna de alejarse en el liderato.

Fueron los millonarios los que gozaron de mejores llegadas en los minutos iniciales. David Quiroz, Fernando Giménez y Marco Caicedo crearon peligro en el área rival, sin embargo, los ataques no tuvieron un final feliz para la fanaticada eléctrica que llegó a Ibarra.

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El cuadro gardenio no se quedó atrás. Liderados por el Mago Franklin Salas, quien superó en varias ocasiones la marca de Fernando Gaibor, Ángel Mena y Eduardo Morante, surtió de pases gol a sus compañeros de ataque, pero no los capitalizaron.

Al minuto 19 se abrió el marcador. El Mago cedió la pelota al juvenil Leandro Pantoja y este, tras eludir a Morante, pasó a Édison Vega, quien con un tiro cruzado doblegó al guardameta Javier Klimowicz.

Dos tiros al palo
La réplica no se hizo esperar. No obstante, zapatazos de Édison Méndez (31m) y Giménez (37m) se estrellaron en el horizontal, cuando la fanaticada millonaria, e incluso el técnico Omar Asad, se alistaban a festejar los goles.

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Emelec era el que proponía el juego ofensivo. Imbabura, tras el gol, fue más cauto. Hasta que a los 41m llegó el premio para el equipo guayaquileño. El argentino Christian Facebook Menéndez aprovechó un pase del juvenil Caicedo y cayéndose disparó para batir a Johvani Ibarra, quien no contó con la ayuda de sus defensores.

En el complemento, la propuesta fue igual. Los dos cuadros salieron en busca del triunfo, pero el gol no llegó. El drama se instaló en las dos áreas, donde se impusieron los zagueros.

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Sobre el final, el Cholito Quiroz con dos violentos disparos por poco le da el triunfo a los millonarios, pero su excompañero, Ibarra, desvió de forma acrobática dos balones que tenían destino de gol.