A los diplomáticos estadounidenses les sorprendía ver la cantidad de altos funcionarios que llegaban al Gobierno “de una universidad pequeña, llamada Flacso Ecuador”.

La Flacso es la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales, un centro de estudios de posgrado que tiene extensiones en varios países de América Latina.

El cable diplomático Nº 240713, del 18 de diciembre del 2009, entregado por Wikileaks a este Diario, contaba a los funcionarios: Fander Falconí (excanciller), René Ramírez (titular de la Senplades), Fernando Bustamante (exministro y actual asambleísta), Augusto Barrera (alcalde de Quito)...

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De Correa sostienen que fue un profesor de “la conservadora” Universidad San Francisco de Quito y que se vinculó al círculo de la Flacso a través de foros izquierdistas en los que, también, participaban Alberto Acosta (expresidente de la Asamblea Constituyente) y Fander Falconí.

Así, Rafael Correa fue invitado a la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales para realizar el diseño del doctorado de economía.

El despacho diplomático dice que “muchos (de los funcionarios de Gobierno que pasaron por la Flacso) tienen más experiencia desarrollando teorías académicas que en la política real”, señala.

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Para la Embajada de EE.UU. en Quito, este centro disfruta de la reputación de ser una de las mejores instituciones académicas de Ecuador, que recibe el 40% de su presupuesto del Estado y que, sin embargo, se debate entre convertirse en una voz más del oficialismo o impulsar el pluralismo y una visión crítica.

Según el cable, un vocero de la organización no gubernamental llamada Grupo Faro –que estaba haciendo un estudio sobre partidos políticos– sostenía que la relación Gobierno-Flacso se debe “al rudimentario desarrollo organizacional del movimiento PAIS, la falta de un sistema meritocrático y falta de adecuado personal dentro del servicio civil ecuatoriano”.

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Además, cita un convenio de cooperación en educación e investigación suscrito con el Ministerio de Gobierno.

Algunos académicos de la Flacso se alinearon con el Gobierno por afinidad ideológica, señala el reporte diplomático, aunque también recoge versiones de quienes no comparten esa tendencia, como Simón Pachano, coordinador del programa de Ciencias Políticas. Un profesor dijo que también había gente interesada en estudiar allí para conseguir empleo en el sector público.

Para la Embajada, esta estrecha relación dejaba “un sabor académico” a la gestión de ciertos funcionarios.