Hablar de literatura ecuatoriana puede resumirse en citar obras de escritores que, principalmente, proceden de Quito y Guayaquil. Así lo considera la novelista Leticia Loor, autora del libro Y aún ocupan mi memoria. A su criterio, deben existir organismos que difundan con total interés la literatura de escritores provenientes de cada rincón del país, incluyendo las ciudades más pequeñas.