“Para nosotros no existe plan B”, destacó Ivonne Baki, jefa del equipo negociador del proyecto ambiental Yasuní-ITT, al referirse a qué pasaría en el caso de que no se consigan los 3.800 millones de dólares que se negocian con otros países para tratar de mantener bajo tierra el petróleo de esta reserva ecológica, en la Amazonía.