“Quiero que los padres y las madres miren hoy a sus hijas y les digan que una mujer puede ser presidenta de Brasil”, dijo Dilma Rousseff al ganar la presidencia del país, el 31 de octubre pasado. El actual presidente Luis Inácio Lula Da Silva la llevó desde el anonimato a la alta jefatura del Estado con 57 millones de votos, sin haber sido siquiera la candidata preferida de su partido, el Partido de los Trabajadores (PT).