La crisis en Ecuador no altera la percepción de riesgo en América Latina, pero recuerda a los inversionistas que la región tiene dos caras: una que seduce al capital y otra que lo ahuyenta.
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Analistas siguieron el jueves con preocupación la revuelta policial contra el presidente ecuatoriano, Rafael Correa, un economista de izquierda educado en EE.UU.
La crisis en Ecuador no altera la percepción de riesgo en América Latina, pero recuerda a los inversionistas que la región tiene dos caras: una que seduce al capital y otra que lo ahuyenta.
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