El páramo de Ozogoche se entremezcló el domingo pasado de vistosos colores: rojo, verde, morado y fucsia. Eran los trajes típicos que los habitantes de esta parroquia de Alausí lucieron para descender a la playa de la laguna Cuvillín y ser parte del festival y ritual en honor al suicidio de los cuvivíes (aves migratorias de EE.UU.), que desde hace décadas sirven de alimento a los comuneros.