Luego de quince años desde que se estableció en Costa Rica en calidad de asilado político, Alberto Dahik Garzozi, ex vicepresidente de la República de 1992 a 1995, durante el mandato de Sixto Durán-Ballén, que terminó en 1996, se ilusiona con la posibilidad de volver al Ecuador como un hombre libre tras el pedido de amnistía solicitado el pasado martes por el presidente Rafael Correa a la Asamblea Nacional. Dice que la acusación que tiene por malversación de fondos públicos no tiene sustento jurídico y que ya salió liberado de toda sospecha por la Corte de Justicia que presidió Guillermo Castro Dáger hace cinco años, cuando pudo volver por poco tiempo, antes de que una nueva administración de justicia, liderada por Jaime Velasco reabriera su caso y lo obligara a volver a Centroamérica.

¿Ya está preparando todo para su regreso, confía en que le otorguen la amnistía?
Públicamente, confiado en Dios, he pedido que la Asamblea Nacional tenga la sensibilidad de acoger este pedido para que este larguísimo exilio pueda acabar.

Después de que el Presidente hizo el pedido de amnistía, ¿alguien del Gobierno se ha comunicado con usted?
No, absolutamente no, nadie del Gobierno se ha comunicado conmigo porque eso ya es un tema que está en el Legislativo.

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¿Antes del pedido tampoco había tenido algún acercamiento con el actual gobierno?
No, en lo más mínimo. En la Asamblea de Montecristi hicimos la solicitud, por lo tanto, hay ya un informe en esa Asamblea y esto realmente sería una continuación de aquel proceso.

Sin ánimo de inmiscuirme en su vida privada, quisiera conocer a qué se dedica en Costa Rica, ¿cómo mantiene a su familia?
Bueno... yo he realizado muchas actividades empresariales, desarrollo de bienes raíces, administro aviones ejecutivos, me he dedicado a la distribución de unos filtros de alta eficiencia, tengo muchas actividades.

Si la amnistía lo reconoce como un perseguido político, ¿plantearía algún tipo de reparación de daños al Estado?
No es algo que está en estos momentos en mi agenda.

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¿Cuál es su análisis político sobre este pedido de amnistía, teniendo en cuenta que el Presidente y usted no tienen una misma ideología?
Bueno, la justicia y la reconciliación no son matrimonio de una ideología ni tiene que ver con una tendencia política; ciertamente que mi pensamiento económico es radicalmente opuesto al del Presidente, él lo ha dicho: que tenemos grandes diferencias, pero yo creo que eso añade un mérito en lo que ha hecho, porque no se trata de favorecer con el pedido de amnistía a alguien que comulgue con sus ideas en materia ideológica.

¿En qué condición se encuentra en Costa Rica después de que regresó a ese país en el 2005 tras una breve estancia en Ecuador?
Se me volvió a conceder asilo político, porque obviamente vieron que la actuación de la Corte de Justicia era absolutamente persecutoria y sin ningún sustento jurídico.

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Su caso se ha expuesto a nivel internacional, ¿cómo se percibe la imagen de Ecuador en estos temas?
Yo creo que desgraciada y lamentablemente durante una década el país tuvo un periodo oscuro, tétrico, de persecución, que terminó con la existencia de nueve o diez gobiernos en diez años, presidentes que eran derrocados ilegítimamente, presidentes y vicepresidentes en el exilio; en fin, es una época que tendrá que ser analizada en las consecuencias para el pueblo ecuatoriano y en los causantes de la misma.

Si se da la amnistía, ¿está considerando regresar a vivir a Ecuador o no?
Por ahora mi prioridad es que el caso se resuelva y tener la opción de volver, de poder estar con toda mi familia. Ya el tiempo dirá dónde vivo, pero ciertamente tengo una vida hecha acá, luego de quince años aquí en Costa Rica no es un tema que sea fácil de decidir, pero solo el tiempo lo dirá.