David Pérez McCollum, propietario de la galería dpm, y el pintor cuencano Pablo Cardoso mantienen relaciones comerciales, culturales y de amistad desde hace 20 años, pues este último es artista exclusivo de su local. Por ello para Pérez es siempre grato recibirlo con su producción en Guayaquil.

La semana pasada, el cuencano inauguró la muestra Lebens-raum. Se compone de 10 cuadros que, a consideración de Pérez, “desmitifican la obra de autores iniciales, como el estadounidense Frederic Church, quien en el siglo XIX pintó paisajes ecuatorianos que recorrió. Pablo se apropia de estas imágenes y les hace un cambio formal en la cromática para darle otro significado”, dice el galerista.

Comenta que esta serie que presenta en la galería dpm “se deriva de un conjunto de proyectos que realizó hace algunos años, con una indagación principal que lleva como eje central el paisaje, desde un punto de vista no tradicional. Lo pongo como reflexión, por ejemplo, de la memoria, la subjetividad, el transcurrir del tiempo”.

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Lebensraum es la prolongación de un proyecto anterior efectuado para la organización Cisneros Fontanals Art Foundation (Cifo) en Miami, Estados Unidos.

“Este trabajo en el extranjero se llamó Nowhere (En ningún lado) y consistió en escoger caminos, rutas del Ecuador a partir de Google Earth y las recorrí físicamente. Entonces las obras contenían dos versiones: una visión objetiva, que son las fotografías de esos espacios a partir de las imágenes satelitales, y luego la visión subjetiva mía, vista en el conjunto de pinturas que trabajé a partir de fotografías que tomé en los lugares que visité”, anota el artista cuencano, quien fue admitido en el Salón de Julio de este año con una obra de su presente serie.

La reciente exposición de Cardoso apunta a un estudio objetivo y subjetivo de los cuadros. Ambos se dan, dice: “Por un interés personal de resaltar a aquellos artistas que en una era prefotográfica debían cumplir con un registro visual de un espacio determinado, por lo que acudían a su memoria y a sus anotaciones descriptivas. Entonces uno de los artistas que se ajustaba a mi requerimientos era Frederic Church, de quien tomo varios de sus cuadros y hago mis propias versiones de los paisajes alterando la cromática”.

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La exhibición, que estará abierta hasta el 21 de agosto, en Circunvalación Sur 111 A y V.E. Estrada, toma el nombre del término alemán lebensraum (espacio vital), para abordarla desde una perspectiva cuestionadora sobre “cómo los pueblos damos la espalda a la naturaleza y nos seguimos extendiendo, agotando los recursos, erosionando la tierra, consumiendo en desmedida el agua, envenenando el aire, teniendo la idea de que el ser humano es la especie que predomina y tiene más derecho sobre cualquier otro ser viviente”.