Edna Iturralde está que salta en un solo pie. Y festeja como una de las tantas niñas que leen sus cuentos. A Edna le sobran razones para su felicidad: se encuentra ahora entre las 10 mejores escritoras de libros infantiles del siglo XX en Latinoamérica. Este mérito lo alcanzó con su obra Verde fue mi selva, libro que participó entre 151 publicaciones. Este reconocimiento (que lo recibió en febrero pasado en Santiago de Chile) fue otorgado por 27 seleccionadores de los países latinoamericanos, en un concurso promovido por la editorial SM, con el apoyo de la Dirección de Bibliotecas, Archivos y Museos de Chile. Verde fue mi selva es un libro muy querido por Edna. Cuando ella escucha este título se acuerda de sus días en la selva amazónica. La de los niños y niñas del Oriente. Se le vienen a la mente los indescriptibles atardeceres. El ruido de los ríos, el canto de las aves y los cálidos días compartidos en medio del verdor de la vegetación selvática, lo que da origen al nombre del texto.