A Flavio Perlaza no le pagaban hasta ayer los cuatro meses de sueldo que le deben por su trabajo como DT de las divisiones menores de Barcelona. Tampoco le habían confirmado si su remuneración se incrementaría por hacerse cargo del primer equipo. Sin embargo, el Fantasma, como lo apodaban en su época de jugador, llegó al estadio Monumental y comenzó a desempeñarse como entrenador interino de los canarios.