Portavoces gubernativos de Alemania, Francia, España, el Fondo Monetario Internacional, editorialistas de diarios internacionales como Le Monde, han condenado sincronizadamente al Papa por afirmar en África que el condón no soluciona la pandemia del sida. La respuesta a tres preguntas ayuda a descubrir las causas de esas reacciones dogmáticas y, en su sincronía y acidez, motivaciones inconfesadas.
Primera: ¿Tiene la unión sexual humana algún elemento que la distingue de la unión de dos perritos? Segunda: ¿Qué dice la ciencia acerca de la seguridad del condón para impedir la transmisión del sida? Tercera: ¿Qué intereses motivan la elaboración y compraventa de preservativos?
1. La unión sexual de varón y mujer es una manifestación de amor; no se reduce a un yo te exprimo, tú me exprimes; una vez exprimido, yo te tiro como cáscara de naranja. El sexo es expresión de amor, es decir de admiración, de entrega; hace feliz haciendo feliz al otro. El sexo requiere educación, que regula el instinto biológico. La unión sexual es uno de los primeros, grandes valores humanos. Según testimonio de antropólogos y psicólogos, requiere –repito– educación, para evitar que descienda al nivel de la mera animalidad.
2. Fishl M. A. afirma en Journal of American Medical Association, 1987: “El virus del sida es 500 veces más pequeño que el espermatozoide. El condón preserva de los espermatozoides pues les impide atravesarlo; pero no preserva del virus del sida, pues este puede atravesar sus perforaciones. Los condones en África son menos eficaces, porque como señalan las ONG de diversa orientación, estos preservativos permanecen descuidados por semanas y meses en puertos y aeropuertos, antes de ser entregados a negociantes.
3. Los seres humanos que se imaginan a sí mismos encerrados, con pretensión de ser absolutamente libres, también para atropellar a los demás, orientan a fabricar armas y a promover guerras para venderlas. Seres humanos similares han sumado a las fábricas de armas empresas farmacéuticas productoras de condones que negocian, especialmente en países del Tercer Mundo. Los fabricantes e intermediarios de la compraventa de armas se enriquecen…
Los creyentes y las personas que se sitúan en el ámbito meramente humano se identifican con los datos anteriores. Los que ponen a la persona humana en el mismo nivel de los perritos se jactan, ignorándolos.
Añado otros hechos, percibidos por las personas que aceptan y defienden los valores humanos específicos: las oficinas, la del Censo de Estados Unidos y la del sida de las Naciones Unidas, afirman que en Uganda el sida infectaba en 1991 al 15% de la población. En el 2001 descendió al 5%, “gracias a cambios de comportamiento… especialmente a una disminución de relaciones múltiples y redes sexuales en general”. El Center for Disease Control concluye: “Las únicas estrategias totalmente efectivas son la abstinencia y la relación mutuamente fiel”. La OMS hizo una idéntica afirmación en 1992. Con otras palabras Benedicto XVI dijo: No siendo ángeles ni perritos, el medio fundamental contra el sida, aunque no único ni rápido, es la educación.