Las actividades que realizaron  los artistas de  forma    independiente, o las propuestas que se efectuaron  en espacios alternativos, alejados de las instituciones de cultura oficiales, son lo más destacado del  panorama artístico ecuatoriano  en el año que concluyó, según la opinión de  críticos.

“Las instituciones culturales públicas, vistas como un todo, siguen sin un norte claro, continúan burocratizadas y sin políticas a largo plazo, anquilosadas en viejas prácticas de un eventismo muy poco profesional”, refiere el crítico de arte Rodolfo Kronfle.

De manera similar opina Matilde Ampuero, quien colabora con artículos de arte para la revista El Búho. “Hay debilidad de las instituciones públicas en la difusión de las propuestas de los artistas. Hacen una exposición, pero no sostienen la propuesta con difusión, con talleres, con conferencias”. Cita  como otra falencia en el arte local la falta de especialistas que, según dice, “trabajen profesionalmente en el registro de las obras o en el apoyo a la labor de los artistas, sin favoritismos”.

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“El mundo del arte en el país  tiene sus logros de mayor solidez en cosas que de pronto pasan un tanto desapercibidas o son rebajadas por la falta de entidades de peso que difundan y den valor a lo que se hace”, refiere, por su parte, la historiadora de arte Lupe Álvarez.

Kronfle afirma que el Ministerio de Cultura ha tenido poca injerencia  en las artes visuales. “Este es un medio donde con ayudas muy focalizadas se pueden generar acciones muy efectivas para dinamizar la escena, y eso es algo que no he visto”, comenta.

Destaca, en cambio, iniciativas privadas, como las de las galerías dpm o Espacio Vacío, en Guayaquil. Esta última, recalca, “con muchas ganas y nada de presupuesto está contribuyendo a la vitalidad de la escena”. Señala, asimismo, como puntales  las salas Proceso, en Cuenca, y Arte Actual, en Quito. Álvarez también elogia el trabajo de estos espacios. Y cita, adicionalmente, la madurez de un par de programas: en Quito, el Encuentro Internacional de Arte Urbano Al Zur-ich, organizado por el grupo Tranvía Cero; y en Guayaquil, Residencia solo con natura, un proyecto concebido  por la artista Larissa Marangoni y que en el año que concluyó se efectuó en  Limoncito, vía a la costa.

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El historiador y crítico de arte Juan Castro y Velázquez destaca como uno de los aciertos del 2008 la exposición dedicada al pintor Juan Villafuerte, que hizo el MAAC, y la muestra del artista guayaquileño Jorge Velarde, en el Centro Cultural Metropolitano de Quito. Ampuero cita como una muestra importante la de Velarde y añade la de los artistas colombianos Rosenberg Sandoval y Antonio Caro, en el MAAC. Resalta, al igual que Álvarez,  el proyecto Residencia solo con natura y añade otros, como el que vincula el arte contemporáneo con los oficios tradicionales, dirigido por Marco Alvarado, o Desarrollarte, liderado por Nella Escala.

Pero lo más relevante, según su criterio, fue “que en el país se comprendió  la contemporaneidad como un concepto que amplía las posibilidades de utilizar todas las técnicas o soportes para las obras artísticas”.

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Castro y Velázquez no es tan optimista. Dice que el 2008 fue otro año en que los salones de arte estuvieron sacudidos por la desorientación y por la crisis de conceptos. Y en igual sentido se pronuncia Kronfle. “El Salón de Octubre ya no es un referente que merezca comentario alguno, la Casa de la Cultura  del Guayas mató el evento. El Salón de Julio sufrió un retroceso porque no se han creado mecanismos para sostener la visión que lo viene proyectando como el certamen más importante del país”.

A Álvarez le parece que en el año que concluyó hubo algunas polémicas interesantes, que sacudieron el medio artístico. Califica como la de mayor trascendencia la que se desató en torno a la censura de la obra  Corvux Corax, del artista Betto Villacís.  “El acto prepotente del director de la Comisión de Tránsito, en los predios universitarios, provocó gran impacto en el medio artístico y en la prensa en general, desprendiéndose de ellos editoriales y comentarios significativos que llamaron a la reflexión sobre un posible agravamiento del control  estatal sobre el pensamiento y la cultura”, dice Álvarez.

La historiadora de arte resalta el afianzamiento internacional de dos artistas nacionales: Pablo Cardoso y Manuela Ribadeneira, a quienes también cita Kronfle. Y en la escena local, Kronfle  nombra a Lorena Peña, Graciela Guerrero, Stéfano Rubira, Gabriela Chérrez, Roberto  Noboa y otros. Castro menciona a Gabriel García Karolys, quien presentó en la galería Todo arte una obra que califica de notable. Y saluda el aparecimiento de la galería Art Inc.

BREVES
ARTISTAS EMERGENTES

Rodolfo Kronfle señala que en el 2008 hubo un crecimiento y consolidación de  los artistas emergentes.

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BLOG
Lupe
Álvarez hace un reconocimiento a los espacios sobre arte en internet,
uno de ellos el blog de Rodolfo Kronfle Chambers:  
www.riorevuelto.blogspot.com.

VETO
La censura  a la obra
del artista Betto Villacís se dio en el marco de una muestra que el
grupo La Vanguardia presentó en la U. Católica.

DICEN ELLOS
JUAN CASTRO

“Quien
ha tenido la presencia más importante es Jorge Velarde, no solo a
través de las exposiciones, sino por la entereza de manifestar su
opinión de forma clara y valiente”. 

LUPE ÁLVAREZ
“Los
puntos débiles se los siguen anotando las instituciones, pues la
mayoría  de ellas no ha avanzado en políticas que orienten con
coherencia su trabajo”.
La censura  a la obra
del artista Betto Villacís se dio en el marco de una muestra que el
grupo La Vanguardia presentó en la U. Católica.